Kunié Sugiura

Nayoga 1942

Por: Beatriz Herráez

En 1963 Kunié Sugiura se trasladó a Estados Unidos para estudiar en el School of the Art Institute of Chicago, donde acudió a las clases de los fotógrafos Kenneth Josephson y Frank Barsotti.

Su trabajo revela tanto su formación como fotógrafa — sus conocimientos técnicos y de la historia del medio— como su interés por los lenguajes pictóricos y las dificultades de la abstracción. Entre los motivos centrales de su producción se encuentran objetos que forman parte de la vida cotidiana, elementos que proceden de la naturaleza y el paisaje, junto a la representación de la figura humana. Modelos a los que Sugiura se aproxima desde la simplificación extrema de las formas, su conversión en siluetas, en sombras y patrones geométricos que surgen del ensayo con técnicas de reproducción como la solarización y los rayogramas. A partir del empleo de estas soluciones metodológicas, en las que el azar es sometido a reajustes continuos, Kunié Sugira propone al observador delicadas imágenes de un alto contenido poético, que remiten a un espacio de «pinturas de luz», un lenguaje fotográfico experimental inaugurado en las vanguardias históricas por figuras como Man Ray.

Desde sus primeras apariciones en el circuito de exposiciones, en el año 1969, Kunié Sugiura no ha dejado de mostrar sus obras principalmente en galerías localizadas en las ciudades de Nueva York y Tokio. Su trabajo también ha formado parte de exposiciones en el J. Paul Getty Museum (Los Ángeles, Estados Unidos, 2016); el Visual Arts Center (Summit, Estados Unidos, 2008); y la Galleria Civica de Módena (Italia, 1999).