Joaquín Pacheco

Madrid 1934

Por: Roberto Díaz

Pintor que ejerce la figuración desde presupuestos que parten del realismo, pero con matices metafísicos y expresionistas que desarrolla desde finales de la década de 1950. Inició sus estudios en Filosofía y Letras, que abandonó por la pintura, sobre la que ejercerá una gran influencia la obra de Francis Bacon, Richard Lindner y Edward Hopper. En los años sesenta y setenta fijó su residencia en París, donde visitó los museos principales de la ciudad, que convertirá en temática de algunas de sus obras posteriormente. Su pintura, basada en la observación de la vida cotidiana, principalmente del entorno urbano, es sintética en las formas, jugando en sus composiciones con la doble imagen, el reflejo, la sombra y la silueta, como expresiones plásticas de la memoria, con la que experimenta a través de temáticas recurrentes como escenas de playa, escaparates, pasajes o terrazas de cafés, espacios que Pacheco representa con ciertos aspectos que recuerdan a la pintura metafísica.

Obtuvo en 1967 una Beca de la Fundación Juan March y en 1980 la Beca a la Creación del Ministerio de Cultura y ha participado en eventos como la Bienal de Venecia (1958). Desde que mostró su obra individualmente por vez primera en la Galería Abril (Madrid, 1956) ha expuesto regularmente en galerías de Madrid, París o Nueva York, destacando las organizadas por la Dirección General de Bellas Artes en la Biblioteca Nacional (Madrid, 1967); La Casa del Siglo XV (Segovia, 1978); o la de la Caja de Ahorros de Salamanca (1990) itinerante por Valladolid, Ávila, Palencia y Zamora. Ha participado en colectivas como «Grupo expresionista», en la Galería Biosca (Madrid, 1960), y en centros como el Musée d’art moderne de la Ville de Paris (París, 1961); el Centro Cultural Conde Duque (Madrid (1983 y 1985); o la Sala de Exposiciones de Telefónica (Madrid, 1996).