Realizó sus estudios de Bellas Artes en la Escuela de Arte en Caracas entre 1942 y 1947. Durante su etapa de estudiante, inició su trayectoria profesional con la exposición de pintura posimpresionista en el Salón Oficial de Arte en Caracas, aunque estos trabajos estaban alejados de lo que sería su producción posterior. Al terminar sus estudios, el artista venezolano fue nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de Maracaibo. En 1950 se trasladó a París, animado por algunos de sus compañeros de carrera que ya vivían allí; desde entonces no volvió a cambiar su residencia. En la capital francesa comenzó a buscar un lenguaje propio con la intención de abandonar la figuración, aunque su intención era no «dejar de ser pintor».
La investigación de Soto, uno de los representantes más sobresalientes del op art y el arte cinético internacional, gira en torno al movimiento; sus obras incluyen de una manera envolvente al espectador, confiándole un papel activo y decisivo en la resolución final de su trabajo: sin espectador, la obra no existe. Soto presentaba piezas activadas por el movimiento del visitante, generando una ilusión cinética a través de tramas superpuestas o trazos realizados con alambres que bailan sobre fondos a rayas, lo que dejaba entrever su preocupación por la reducción de la materia a su esencia: la energía. Sus Penetrables son instalaciones en las que se resume, plasma y condensa su conocimiento y preocupación sobre la materia y en las que en espectador podía adentrarse convirtiéndose en parte de la pieza. Como el artista declaraba: «Es la revelación (el Penetrable) del espacio sensible, eternamente pleno de los más puros valores estructurales, tales como la energía, del tiempo y el movimiento». En resumen: una realidad reducida a su estructura básica.
Jesús Rafael Soto realizó importantes exposiciones, entre las que destacan las del Taller Libre de Arte (Caracas, 1949); la Galerie Aujourd’hui, Palais des Beaux-Arts (Bruselas, 1957); el Museo de Bellas Artes de Caracas (1957, 1959, 1964, 1967, 1971 y 1992); la Galerie Iris Clert (París, 1959); la Galerie Müller (Stuttgart, Alemania, 1964); la Kunsthalle Bern (Berna, 1968); el Akron Art Center (Ohio, Estados Unidos, 1971); el Solomon R. Guggenheim Museum (Nueva York, 1974); la Universidad Simón Bolívar (Caracas, 1980); The Hokin Gallery (Miami, Estados Unidos, 1985); la Galería Theo (Madrid y Barcelona, 1990); el Museo de Arte Contemporáneo de Maracay Mario Abreu (Maracay, Venezuela, 1993); la Galería Seomi (Seúl, 1994); la Sala de Arte Telefónica (Santiago de Chile, 1999); el Centro Cultural Metropolitano (Quito, 2003); el Museo Oscar Niemeyer (Curitiba, Brasil, 2005); la NYU Grey Art Gallery (Nueva York, 2012); el Centre Georges Pompidou (París, 1979 y 2013) o el Museo Guggenheim Bilbao (2019). Soto es Premio Nacional de Pintura en Venezuela (1960). En 1973 se inauguró el Museo de Arte Moderno de la Fundación Jesús Soto en Ciudad Bolívar (Venezuela).
Realizó sus estudios de Bellas Artes en la Escuela de Arte en Caracas entre 1942 y 1947. Durante su etapa de estudiante, inició su trayectoria profesional con la exposición de pintura posimpresionista en el Salón Oficial de Arte en Caracas, aunque estos trabajos estaban alejados de lo que sería su producción posterior. Al terminar sus estudios, el artista venezolano fue nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de Maracaibo. En 1950 se trasladó a París, animado por algunos de sus compañeros de carrera que ya vivían allí; desde entonces no volvió a cambiar su residencia. En la capital francesa comenzó a buscar un lenguaje propio con la intención de abandonar la figuración, aunque su intención era no «dejar de ser pintor».
La investigación de Soto, uno de los representantes más sobresalientes del op art y el arte cinético internacional, gira en torno al movimiento; sus obras incluyen de una manera envolvente al espectador, confiándole un papel activo y decisivo en la resolución final de su trabajo: sin espectador, la obra no existe. Soto presentaba piezas activadas por el movimiento del visitante, generando una ilusión cinética a través de tramas superpuestas o trazos realizados con alambres que bailan sobre fondos a rayas, lo que dejaba entrever su preocupación por la reducción de la materia a su esencia: la energía. Sus Penetrables son instalaciones en las que se resume, plasma y condensa su conocimiento y preocupación sobre la materia y en las que en espectador podía adentrarse convirtiéndose en parte de la pieza. Como el artista declaraba: «Es la revelación (el Penetrable) del espacio sensible, eternamente pleno de los más puros valores estructurales, tales como la energía, del tiempo y el movimiento». En resumen: una realidad reducida a su estructura básica.
Jesús Rafael Soto realizó importantes exposiciones, entre las que destacan las del Taller Libre de Arte (Caracas, 1949); la Galerie Aujourd’hui, Palais des Beaux-Arts (Bruselas, 1957); el Museo de Bellas Artes de Caracas (1957, 1959, 1964, 1967, 1971 y 1992); la Galerie Iris Clert (París, 1959); la Galerie Müller (Stuttgart, Alemania, 1964); la Kunsthalle Bern (Berna, 1968); el Akron Art Center (Ohio, Estados Unidos, 1971); el Solomon R. Guggenheim Museum (Nueva York, 1974); la Universidad Simón Bolívar (Caracas, 1980); The Hokin Gallery (Miami, Estados Unidos, 1985); la Galería Theo (Madrid y Barcelona, 1990); el Museo de Arte Contemporáneo de Maracay Mario Abreu (Maracay, Venezuela, 1993); la Galería Seomi (Seúl, 1994); la Sala de Arte Telefónica (Santiago de Chile, 1999); el Centro Cultural Metropolitano (Quito, 2003); el Museo Oscar Niemeyer (Curitiba, Brasil, 2005); la NYU Grey Art Gallery (Nueva York, 2012); el Centre Georges Pompidou (París, 1979 y 2013) o el Museo Guggenheim Bilbao (2019). Soto es Premio Nacional de Pintura en Venezuela (1960). En 1973 se inauguró el Museo de Arte Moderno de la Fundación Jesús Soto en Ciudad Bolívar (Venezuela).