Jesús González de la Torre

Madrid 1932

Por: Roberto Díaz

Estudió Derecho en Madrid, pero desde temprano se inclinó por la pintura, asistiendo a las clases del Círculo de Bellas Artes madrileño, y siendo su tío, el pintor Eugenio de la Torre Agero, quien le transmitió las primeras nociones pictóricas, animado también por el conocido fotógrafo Alfonso Sánchez.

Sus primeros paisajes de comienzos de los años sesenta son con frecuencia vistas de Segovia y Ronda, donde nacieron sus padres, en obras cercanas formalmente a los paisajes de los pintores de la Escuela de Madrid, pero con cierta expresividad formal y matérica en los cuadros. En esta misma época se interesa por los cementerios de coches como expresión de la sociedad de consumo. A finales de los años sesenta se desprende de esa materialidad para tender a una pintura despojada que desarrolla en sus constelaciones y desiertos, en colores más tenues y claros, buscando cierta cualidad metafísica en su obra. Desde los años cincuenta fueron numerosos los viajes que realizó; París en 1956; Italia en 1960; Centroeuropa en 1968; y, a comienzos de los años setenta, Nueva York, cuyo perfil marcado por los rascacielos plasmó en algunos de sus cuadros. Cierto misticismo se apodera de su obra en los años noventa en una serie de cuadros en los que representa, a modo de altares o retablos, esos mismos paisajes desolados junto a elementos de iconografía religiosa. Ya entrado el siglo XXI sintetiza los elementos prácticamente al signo, con la presencia frecuente de lo textual como un nuevo elemento compositivo, en una búsqueda constante hacia la esencialidad y la armonía.

Realizó su primera muestra individual en la Sala Alfil (Madrid, 1958) y, posteriormente, se vinculó a la Galleria Il Vaglio de Florencia, entre 1970 y 1973. En 1983 se celebró su primera retrospectiva en el Torreón de Lozoya de San Martín (Segovia), y en 1997, una itinerante por diversas localidades de Castilla y León. En 2015 el Museo Joaquín Peinado en Ronda le dedicó una sala a su obra, y al año siguiente celebró una retrospectiva. Entre los reconocimientos obtenidos destacan el título de académico correspondiente de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce de Segovia en 1980, o el de hijo adoptivo de la Ciudad de Ronda en el 2000.