Francisco Más y Carrasco

Por: Esperanza Guillén

Es muy escasa la bibliografía que existe sobre este pintor valenciano e incluye algunos errores derivados del texto Barón de Alcalahí de 1897, pero la información contenida esencialmente en la prensa de la época y en los catálogos de exposiciones permite trazar una semblanza a la espera de futuras investigaciones. Aunque desconocemos las fechas de su nacimiento y muerte, sabemos que, formado en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, Francisco Más destacó como autor de paisajes tanto naturalistas como de inspiración literaria, aunque se dedicó asimismo al retrato, como demuestra el que hizo del gobernador Salvador Albacete.  La primera obra por la que Más obtuvo reconocimiento, en 1881, fue Un país, que recibió una mención honorífica en la exposición del Ateneo Casino Obrero de Valencia. Pintó en su tierra natal los alrededores del monasterio del Santo Espíritu del Monte y abundantes paisajes costumbristas. Instalado posteriormente en Madrid con objeto de darse a conocer y ampliar su clientela, presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884 un paisaje dramático y legendario de grandes dimensiones inspirado en la última escena del poema El vértigo de Núñez de Arce. En invierno del año siguiente, la prensa informó de un viaje a París y Roma que inició en compañía de Mariano Benlliure y se menciona al joven Más como un pintor muy “estimado y conocido” autor de retratos que “obtienen cada día más precisión y modelado”. Ya entonces gozará del aprecio de Juan Luna Novicio, con quien firma una obra, y de determinados círculos intelectuales, como se desprende del hecho de que en Madrid Cómico aparezca en la portada su caricatura con la paleta de pintor.

En 1887 y 1888 envió algunos lienzos a la exposición de fin de año del Salón Parés de Barcelona y exhibió un paisaje en los escaparates de Casa Llibre de la misma ciudad. En la Exposición Nacional de 1890 presentó Entre dos luces y Tarde de marzo y en la Internacional de Bellas Artes de 1892 un Retrato del conde de R. y Siete ricordo d’un amore che fin, obra por la que obtuvo una medalla de tercera clase.

Ligado a las actividades del Círculo de Bellas Artes, en la muestra de invierno de 1893-1894 exhibió la tela de mayores dimensiones de la exposición, Despedida del recluta. Prueba de su estrecha relación con esa entidad cultural es que la revista Blanco y Negro publicara el 2 de junio de 1894 una serie de caricaturas de pintores realizadas por Ramón Cilla, bajo el título de Los doce del Círculo, entre las que se encontraba la de Francisco Más junto a las de Sorolla, Cecilio Pla, Tomás Muñoz Lucena, Marcelino Unceta o Ricardo Madrazo, entre otros. Se sumó a los artistas españoles más sobresalientes del momento y donó una obra destinada al monumento dedicado a Velázquez que, realizado por Aniceto Marinas, se instaló años después frente al Museo del Prado.

Cuando en 1894 murió corneado el popular diestro Manuel García “El Espartero”, Más pintó a tamaño natural la cabeza yacente del torero, óleo que se exhibió en un escaparate de la Carrera de San Jerónimo. Al año siguiente concurrió a la Exposición Nacional con dos desnudos, Eco y Umbría, y en la quinta Bienal del Círculo de Bellas Artes, en 1896, pudo verse un paisaje “de valiente factura a grandes masas”:  Afluentes del Gállego.

Asistía a las tertulias de artistas, poetas y escritores organizadas en su residencia por el ministro de México para España y Portugal, el general Vicente Riva Palacio, político y escritor que en 1896 organizó una fiesta en honor de Chueca. En esa ocasión, Francisco Más hizo a lápiz el retrato de este compositor y la caricatura de cada uno de los comensales. Ese año, Madrid Cómico publicó un poema satírico de José López Silva dedicado “a mi queridísimo amigo el notable pintor Francisco Más”, poema que con el título de “Un mal día” y la misma dedicatoria fue también publicado en el libro Los Madriles, con prólogo del crítico Jacinto Octavio Picón y litografía en color de la portada firmada por Francisco Más.

Dejamos de encontrar información en España porque el artista viajó a México y se estableció en su capital, donde se casó. En noviembre de 1897 el poeta José Juan Tablada describió en la prensa una visita al taller de Más, quien entre otras obras estaba haciendo el retrato de una dama y ya había terminado “en claroscuro” el del novelista Federico Gamboa. Su lienzo El toro, fechado en 1906, se encuentra en la Pinacoteca del Ateneo Fuente en Saltillo, y Los charros fue adquirido en 1908 para las galerías de la antigua Academia de San Carlos. En 1910 pinta un cuadro con el escudo que presidirá el aula mayor de la Universidad Nacional de la capital mexicana.

Desconocemos cuándo y dónde murió.