Hija del escultor Leopoldo de Almeida (1898-1975), se licenció en Pintura por la Escola Superior de Belas-Artes de Lisboa en 1955. Pronto se convirtió en protagonista de las principales iniciativas colectivas del contexto artístico portugués, exponiendo por primera vez en solitario en 1967 en la Galeria Buchholz de Lisboa. Aquí se revelaba ya la imposibilidad de la artista de entender la pintura convencionalmente y su necesidad de explorar los límites del lienzo. Inició así un productivo juego de cuestionamiento del medio a partir de la autorrepresentación fotográfica —en colaboración estrecha con su marido, el escultor y arquitecto Artur Rosa, que realiza las fotografías—; en esta representación, planificada mediante el dibujo, la intervención plástica y una acción de carácter performativo se entrecruzan disciplinas sin que ninguna prevalezca como dominante, como en su serie de los años setenta titulada Pintura habitada, en la que nos hace reflexionar sobre las fracturas en relación a la separación entre realidad y representación y su estado en un plano virtual en el mundo de la posmodernidad.
Participó en la Bienal de São Paulo (1979), pero no fue hasta los años ochenta cuando se reconoce su obra desde el punto de vista institucional, con exposiciones monográficas como la de la Fundação Calouste Gulbenkian (Lisboa, 1983 y 1987). Representó a Portugal en la Bienal de Venecia (1982) y expuso en la Fundação Serralves (Oporto, Portugal, 1995). Sin embargo, su reconocimiento internacional apareció ligado a su lanzamiento en España en 1998, con la exposición de la Casa de América de Madrid dentro de la organización de Arco dedicada al arte portugués. A partir de ese momento se suceden las exposiciones en centros de relevancia internacional: el Centro Galego de Arte Contemporánea (Santiago de Compostela, 2000); el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Badajoz, 2000); la Fundación Telefónica, (Madrid, 2008); la Fundação Centro Cultural de Belém (Lisboa, 2004); la Fundação Serralves (Oporto, Portugal, 2015); la Galerie nationale Jeu de Paume (París, 2016); el WIELS, Centre d'art contemporain (Bruselas, 2015-2016); y sus participaciones en la bienales de Sídney (2004) y Venecia (2005), entre otras.
Hija del escultor Leopoldo de Almeida (1898-1975), se licenció en Pintura por la Escola Superior de Belas-Artes de Lisboa en 1955. Pronto se convirtió en protagonista de las principales iniciativas colectivas del contexto artístico portugués, exponiendo por primera vez en solitario en 1967 en la Galeria Buchholz de Lisboa. Aquí se revelaba ya la imposibilidad de la artista de entender la pintura convencionalmente y su necesidad de explorar los límites del lienzo. Inició así un productivo juego de cuestionamiento del medio a partir de la autorrepresentación fotográfica —en colaboración estrecha con su marido, el escultor y arquitecto Artur Rosa, que realiza las fotografías—; en esta representación, planificada mediante el dibujo, la intervención plástica y una acción de carácter performativo se entrecruzan disciplinas sin que ninguna prevalezca como dominante, como en su serie de los años setenta titulada Pintura habitada, en la que nos hace reflexionar sobre las fracturas en relación a la separación entre realidad y representación y su estado en un plano virtual en el mundo de la posmodernidad.
Participó en la Bienal de São Paulo (1979), pero no fue hasta los años ochenta cuando se reconoce su obra desde el punto de vista institucional, con exposiciones monográficas como la de la Fundação Calouste Gulbenkian (Lisboa, 1983 y 1987). Representó a Portugal en la Bienal de Venecia (1982) y expuso en la Fundação Serralves (Oporto, Portugal, 1995). Sin embargo, su reconocimiento internacional apareció ligado a su lanzamiento en España en 1998, con la exposición de la Casa de América de Madrid dentro de la organización de Arco dedicada al arte portugués. A partir de ese momento se suceden las exposiciones en centros de relevancia internacional: el Centro Galego de Arte Contemporánea (Santiago de Compostela, 2000); el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Badajoz, 2000); la Fundación Telefónica, (Madrid, 2008); la Fundação Centro Cultural de Belém (Lisboa, 2004); la Fundação Serralves (Oporto, Portugal, 2015); la Galerie nationale Jeu de Paume (París, 2016); el WIELS, Centre d'art contemporain (Bruselas, 2015-2016); y sus participaciones en la bienales de Sídney (2004) y Venecia (2005), entre otras.