Tras asistir a cursos de Arquitectura en Madrid, Guillermo Pérez Villalta se interesó por la Historia del Arte, llevando a cabo numerosos viajes y estancias en ciudades como París y Roma. Desde los años setenta su nombre apareció vinculado a los de Carlos Alcolea, Carlos Franco o Rafael Pérez-Mínguez por el relevante papel que tuvieron como artistas de la nueva figuración madrileña. Todos formaron parte de muestras colectivas organizadas en la Sala Amadís, dirigida en aquellos años por Juan Antonio Aguirre, reivindicando con sus propuestas una vuelta a la pintura figurativa y contando entre sus referentes con el trabajo de Luis Gordillo.
La historia, la mitología, la arquitectura, el diseño, el estudio de la anatomía del cuerpo humano, la geometría y la perspectiva son algunas de las fuentes que pueden ser rastreadas en la producción del autor. Desde su retorno al clasicismo italiano, la pintura metafísica y el Barroco español hasta su interés por figuras como Jacques-Louis David, Salvador Dalí y Giorgio Morandi, la obra de Pérez Villalta es una «pintura de ideas».
De una riqueza iconográfica poco común, las alegorías empleadas en sus imágenes, además del «placer de pintar», son el testimonio de una época, de una generación que el artista retrató de manera magistral. Pérez Villalta es el artífice de Grupo de personas en un atrio o alegoría del arte y la vida o del presente y el futuro (1975-1976), obra en la que aparecen retratados, entre otros, los citados Juan Antonio Aguirre y Luis Gordillo junto a Chema Cobo, Manuel Quejido, Herminio Molero o el propio Pérez Villalta; y Escena. Personajes a la salida de un concierto de rock (1979), que remite a los componentes de los grupos musicales Kaka de Luxe y los Zombies, compañeros de viaje en otros escenarios de la «modernidad» española como el programa de televisión La edad de oro, en cuya primera emisión Paloma Chamorro le dedica un espacio importante al artista. «Momentos históricos» que Pérez Villalta recoge como un cronista y en los que incorpora la autobiografía como un recurso fundamental en la ejecución de sus cuadros, de su «pintura de vida».
Pérez Villalta recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1985. Entre sus últimas exposiciones individuales se incluyen una antológica en el Museo ICO (Madrid, 2008); en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla, 2015); en la Galería Rafael Ortiz (Sevilla, 2013); y en la Galería Fernández-Braso (Madrid, 2014).
Tras asistir a cursos de Arquitectura en Madrid, Guillermo Pérez Villalta se interesó por la Historia del Arte, llevando a cabo numerosos viajes y estancias en ciudades como París y Roma. Desde los años setenta su nombre apareció vinculado a los de Carlos Alcolea, Carlos Franco o Rafael Pérez-Mínguez por el relevante papel que tuvieron como artistas de la nueva figuración madrileña. Todos formaron parte de muestras colectivas organizadas en la Sala Amadís, dirigida en aquellos años por Juan Antonio Aguirre, reivindicando con sus propuestas una vuelta a la pintura figurativa y contando entre sus referentes con el trabajo de Luis Gordillo.
La historia, la mitología, la arquitectura, el diseño, el estudio de la anatomía del cuerpo humano, la geometría y la perspectiva son algunas de las fuentes que pueden ser rastreadas en la producción del autor. Desde su retorno al clasicismo italiano, la pintura metafísica y el Barroco español hasta su interés por figuras como Jacques-Louis David, Salvador Dalí y Giorgio Morandi, la obra de Pérez Villalta es una «pintura de ideas».
De una riqueza iconográfica poco común, las alegorías empleadas en sus imágenes, además del «placer de pintar», son el testimonio de una época, de una generación que el artista retrató de manera magistral. Pérez Villalta es el artífice de Grupo de personas en un atrio o alegoría del arte y la vida o del presente y el futuro (1975-1976), obra en la que aparecen retratados, entre otros, los citados Juan Antonio Aguirre y Luis Gordillo junto a Chema Cobo, Manuel Quejido, Herminio Molero o el propio Pérez Villalta; y Escena. Personajes a la salida de un concierto de rock (1979), que remite a los componentes de los grupos musicales Kaka de Luxe y los Zombies, compañeros de viaje en otros escenarios de la «modernidad» española como el programa de televisión La edad de oro, en cuya primera emisión Paloma Chamorro le dedica un espacio importante al artista. «Momentos históricos» que Pérez Villalta recoge como un cronista y en los que incorpora la autobiografía como un recurso fundamental en la ejecución de sus cuadros, de su «pintura de vida».
Pérez Villalta recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1985. Entre sus últimas exposiciones individuales se incluyen una antológica en el Museo ICO (Madrid, 2008); en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla, 2015); en la Galería Rafael Ortiz (Sevilla, 2013); y en la Galería Fernández-Braso (Madrid, 2014).