Se formó en los años ochenta en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, ampliando posteriormente sus estudios en Holanda. Desarrolla desde principios de la década de 1990 un trabajo multidisciplinar con la fotografía, la proyección de diapositivas, la instalación, la performance y el vídeo de una gran coherencia desde su exposición «El melic del món» (Galeria Antoni Estrany-de la Mota, Barcelona, 1991). Desde entonces ha centrado su trabajo en la deconstrucción de los estereotipos femeninos, poniendo en evidencia que se trata de asunciones y sirviéndose de su propio cuerpo y de su imagen como conexión con el resto del mundo. El deseo, la belleza del cuerpo femenino y su cosificación por la mirada masculina, la intimidad, el espacio doméstico, la construcción de la identidad o la maternidad son algunas de las cuestiones que, de forma crítica, aborda su obra, fundamentalmente en una serie de instalaciones Aparences.
En muchas de sus piezas ha utilizado objetos cotidianos, artículos de limpieza —botellas de lejía o detergente— que en la publicidad se han ligado con las mujeres por su tradicional conexión con el hogar y que se convierten en metonimias de las mismas: funcionan incluso como sombras antropomórficas, casi de forma platónica y por similitud, como cuerpos otros. Ocupan el lugar del cuerpo femenino en la representación, en el lenguaje, y se distribuyen en el espacio expositivo de tal manera que el espectador es incluido como parte de ese lugar. También en los años noventa realizó una serie de fotografías en la que su cuerpo se proyectaba sobre arquitecturas interiores, identificándose con las mismas. Para que dicha asimilación con la arquitectura se produjera, ese cuerpo aparecía incompleto, a falta de algunas de sus partes (como, por ejemplo, en Racó). A principios de la década pasada su trabajo se radicalizó desmaterializándose aún más.
Eulàlia Valldosera es Premio Nacional de Artes Plásticas (2002). En 2001 realizó una retrospectiva en la Fundació Tàpies de Barcelona, viajando al centro de arte contemporáneo Witte de With en Róterdam (Países Bajos). Ha presentado asimismo muestras individuales en el Museo Reina Sofía (Madrid, 2009) y en la Fundació Miró (Barcelona, 2013), y participado en la Manifesta 1 (Róterdam, Países Bajos, 1996); la Bienal de Estambul (1997); la Bienal de Johanesburgo (Sudáfrica, 1997); el Skulptur Projekte (Münster, Alemania, 1997); y en la Bienal de Venecia (2001).
Se formó en los años ochenta en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, ampliando posteriormente sus estudios en Holanda. Desarrolla desde principios de la década de 1990 un trabajo multidisciplinar con la fotografía, la proyección de diapositivas, la instalación, la performance y el vídeo de una gran coherencia desde su exposición «El melic del món» (Galeria Antoni Estrany-de la Mota, Barcelona, 1991). Desde entonces ha centrado su trabajo en la deconstrucción de los estereotipos femeninos, poniendo en evidencia que se trata de asunciones y sirviéndose de su propio cuerpo y de su imagen como conexión con el resto del mundo. El deseo, la belleza del cuerpo femenino y su cosificación por la mirada masculina, la intimidad, el espacio doméstico, la construcción de la identidad o la maternidad son algunas de las cuestiones que, de forma crítica, aborda su obra, fundamentalmente en una serie de instalaciones Aparences.
En muchas de sus piezas ha utilizado objetos cotidianos, artículos de limpieza —botellas de lejía o detergente— que en la publicidad se han ligado con las mujeres por su tradicional conexión con el hogar y que se convierten en metonimias de las mismas: funcionan incluso como sombras antropomórficas, casi de forma platónica y por similitud, como cuerpos otros. Ocupan el lugar del cuerpo femenino en la representación, en el lenguaje, y se distribuyen en el espacio expositivo de tal manera que el espectador es incluido como parte de ese lugar. También en los años noventa realizó una serie de fotografías en la que su cuerpo se proyectaba sobre arquitecturas interiores, identificándose con las mismas. Para que dicha asimilación con la arquitectura se produjera, ese cuerpo aparecía incompleto, a falta de algunas de sus partes (como, por ejemplo, en Racó). A principios de la década pasada su trabajo se radicalizó desmaterializándose aún más.
Eulàlia Valldosera es Premio Nacional de Artes Plásticas (2002). En 2001 realizó una retrospectiva en la Fundació Tàpies de Barcelona, viajando al centro de arte contemporáneo Witte de With en Róterdam (Países Bajos). Ha presentado asimismo muestras individuales en el Museo Reina Sofía (Madrid, 2009) y en la Fundació Miró (Barcelona, 2013), y participado en la Manifesta 1 (Róterdam, Países Bajos, 1996); la Bienal de Estambul (1997); la Bienal de Johanesburgo (Sudáfrica, 1997); el Skulptur Projekte (Münster, Alemania, 1997); y en la Bienal de Venecia (2001).