Aprendió a pintar con su padre, Juan Antonio de Ribera. A los quince años obtuvo el Primer Premio de primera clase de la Academia de San Fernando por su cuadro de historia Vasco Núñez de Balboa. Fue becado para Roma y París, donde asistió al taller de Paul Delaroche. Fue profesor, académico y director honorario de la de San Fernando, expuso repetidas veces en París y fue célebre como decorador mural de edificios públicos, como el palacio de Vista Alegre, la iglesia de San Francisco el Grande y, especialmente importante, el conjunto decorativo del Palacio de Congresos. A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1871 presentó el retrato de Amadeo de Saboya que había realizado por encargo del Banco de España. En 1860 se le concedió la distinción de la orden de Carlos III y una década más tarde la Gran Cruz de la orden de Isabel la Católica. Fue pintor de cámara de Isabel II y cultivó tanto el retrato como la pintura de historia.
Aprendió a pintar con su padre, Juan Antonio de Ribera. A los quince años obtuvo el Primer Premio de primera clase de la Academia de San Fernando por su cuadro de historia Vasco Núñez de Balboa. Fue becado para Roma y París, donde asistió al taller de Paul Delaroche. Fue profesor, académico y director honorario de la de San Fernando, expuso repetidas veces en París y fue célebre como decorador mural de edificios públicos, como el palacio de Vista Alegre, la iglesia de San Francisco el Grande y, especialmente importante, el conjunto decorativo del Palacio de Congresos. A la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1871 presentó el retrato de Amadeo de Saboya que había realizado por encargo del Banco de España. En 1860 se le concedió la distinción de la orden de Carlos III y una década más tarde la Gran Cruz de la orden de Isabel la Católica. Fue pintor de cámara de Isabel II y cultivó tanto el retrato como la pintura de historia.