Cursó sus estudios en la Kunstakademie de Düsseldorf entre 1973 y 1976, en la especialidad de Cine con Ole John; y, entre 1976 y 1982, de Fotografía con Bernd y Hilla Becher, cuya influencia decisiva condujo a Candida Höfer de una fotografía de naturaleza más social en los años setenta a una práctica fotográfica marcada por la desnudez, la simplicidad y la objetividad sobre espacios de representación y utilidad pública, captados usualmente desde la más estricta frontalidad y equilibrio compositivo, con una gran definición y pulcritud en la imagen. Estos espacios arquitectónicos de interiores de edificios con una fuerte carga histórica, función pública y valor cultural como bibliotecas, archivos, monumentos, museos, galerías, iglesias, bancos, etcétera, son captados por Höfer precisamente cuando están vacíos, mostrando aquellos lugares o momentos normalmente inaccesibles al público, lo que hace que la propia arquitectura se convierta en huella palpable de la inmensidad de la memoria que contienen. Trabajo constante y fiel a su esencia, que la ha convertido en una de las máximas representantes de la denominada Escuela de Düsseldorf.
Desde 1975 comenzó a exponer individualmente y desde entonces su obra ha sido objeto de presentaciones en la Hamburger Kunsthalle (Hamburgo, Alemania, 1993); el Kunstverein Wolfsburg (Wolfsburgo, Alemania, 1998); el Museum of Contemporary Photography (Chicago, Estados Unidos, 2000); el Musée du Louvre (París, 2007); el Centro Cultural de Belém (Lisboa, 2006); el Zentrum für Kunst und Medien (Karlsruhe, Alemania, 2008); el Museo de Arte Contemporánea de Vigo (2010); el Centro Andaluz de Arte Contemporánea (Sevilla, 2010); el Museum fur Neue Kunst (Friburgo, Alemania, 2011, 2012); y el Museum Kunstpalast (Düsseldorf, Alemania, 2013-2014). Además, ha participado en eventos como la Documenta 11 (Kassel, Alemania, 2002), ha representado a Alemania junto a Martin Kippenberger en la Bienal de Venecia (2003) y ha expuesto colectivamente en la National Gallery of Art (Washington D. C., 2016).
Cursó sus estudios en la Kunstakademie de Düsseldorf entre 1973 y 1976, en la especialidad de Cine con Ole John; y, entre 1976 y 1982, de Fotografía con Bernd y Hilla Becher, cuya influencia decisiva condujo a Candida Höfer de una fotografía de naturaleza más social en los años setenta a una práctica fotográfica marcada por la desnudez, la simplicidad y la objetividad sobre espacios de representación y utilidad pública, captados usualmente desde la más estricta frontalidad y equilibrio compositivo, con una gran definición y pulcritud en la imagen. Estos espacios arquitectónicos de interiores de edificios con una fuerte carga histórica, función pública y valor cultural como bibliotecas, archivos, monumentos, museos, galerías, iglesias, bancos, etcétera, son captados por Höfer precisamente cuando están vacíos, mostrando aquellos lugares o momentos normalmente inaccesibles al público, lo que hace que la propia arquitectura se convierta en huella palpable de la inmensidad de la memoria que contienen. Trabajo constante y fiel a su esencia, que la ha convertido en una de las máximas representantes de la denominada Escuela de Düsseldorf.
Desde 1975 comenzó a exponer individualmente y desde entonces su obra ha sido objeto de presentaciones en la Hamburger Kunsthalle (Hamburgo, Alemania, 1993); el Kunstverein Wolfsburg (Wolfsburgo, Alemania, 1998); el Museum of Contemporary Photography (Chicago, Estados Unidos, 2000); el Musée du Louvre (París, 2007); el Centro Cultural de Belém (Lisboa, 2006); el Zentrum für Kunst und Medien (Karlsruhe, Alemania, 2008); el Museo de Arte Contemporánea de Vigo (2010); el Centro Andaluz de Arte Contemporánea (Sevilla, 2010); el Museum fur Neue Kunst (Friburgo, Alemania, 2011, 2012); y el Museum Kunstpalast (Düsseldorf, Alemania, 2013-2014). Además, ha participado en eventos como la Documenta 11 (Kassel, Alemania, 2002), ha representado a Alemania junto a Martin Kippenberger en la Bienal de Venecia (2003) y ha expuesto colectivamente en la National Gallery of Art (Washington D. C., 2016).