Comenzó a estudiar Matemáticas y Física, pero pronto abandonó esos estudios para centrarse, ya en la Universidad de California, en Arte y Filosofía, con una fuerte influencia del escritor irlandés Samuel Beckett y el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein. Durante la segunda mitad de los años sesenta, cuando muchos artistas se cuestionaban el significado del arte reflexionando sobre los modos de hacer, de consumirlo y los límites modernos entre disciplinas, Nauman se preguntó qué hacía que un objeto fuera artístico y se diferenciara de otros. Llegó a la conclusión de que el arte es lo que el artista hace en su estudio, lo que lo convertía más en una actividad y en un proceso que en un producto.
Fue uno de los pioneros de las vídeo performances, que realizaba con cámara fija en su estudio, investigando las relaciones y límites entre su cuerpo, el espacio y el tiempo sin perder de vista la finalidad de la grabación: el visionado posterior por parte del espectador.
Este cobró mayor protagonismo a principios de los años setenta cuando desplazó el lugar de investigación de su estudio a entornos que construía específicamente; además, pasó de su cuerpo al del espectador, a quien convirtió en usuario. Diseñó túneles o corredores que, partiendo de lecturas gestálticas, pretendían desestabilizar al espectador para hacerle consciente de sí mismo y controlar situaciones problemáticas. En los años ochenta transfirió su papel de performer a la figura del mimo, del payaso o de otro actor, manteniendo su interés por la generación de espacios, el vídeo y la escultura, para la cual introdujo un nuevo elemento base: el neón.
Bruce Nauman ha tenido exposiciones retrospectivas en Los Angeles County Museum (Los Ángeles, Estados Unidos, 1972); el Whitney Museum of American Art (Nueva York, 1973); el Museo Reina Sofía (Madrid, 1993); el Walker Art Center (Mineápolis, Estados Unidos, 1994); el Museum of Contemporary Art (Los Ángeles, Estados Unidos, 1994); el Hirshhorn Museum, Sculpture Garden (Washington D. C., 1994); el Museum of Modern Art (Nueva York, 1995); el Dia Center for the Arts (Beacon, Nueva York, 2002); el Museum für Gegenwartskunst de Basel (Basilea, Suiza, 2002); la Tate Modern Turbine Hall (Londres, 2005); la Hamburger Bahnhof (Berlín, 2010); la Art Gallery (Ontario, Estados Unidos, 2014); o la Fondation Cartier pour l’art contemporain (París, 2015). Su trabajo ha participado en numerosas bienales, entre ellas las del Whitney Museum (1977, 1985, 1987, 1991, 1997) y la de Venecia (1978, 1980, 1999, 2005, 2007, 2009). En 2014 recibió el Premio Frederick Kiesler.
Comenzó a estudiar Matemáticas y Física, pero pronto abandonó esos estudios para centrarse, ya en la Universidad de California, en Arte y Filosofía, con una fuerte influencia del escritor irlandés Samuel Beckett y el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein. Durante la segunda mitad de los años sesenta, cuando muchos artistas se cuestionaban el significado del arte reflexionando sobre los modos de hacer, de consumirlo y los límites modernos entre disciplinas, Nauman se preguntó qué hacía que un objeto fuera artístico y se diferenciara de otros. Llegó a la conclusión de que el arte es lo que el artista hace en su estudio, lo que lo convertía más en una actividad y en un proceso que en un producto.
Fue uno de los pioneros de las vídeo performances, que realizaba con cámara fija en su estudio, investigando las relaciones y límites entre su cuerpo, el espacio y el tiempo sin perder de vista la finalidad de la grabación: el visionado posterior por parte del espectador.
Este cobró mayor protagonismo a principios de los años setenta cuando desplazó el lugar de investigación de su estudio a entornos que construía específicamente; además, pasó de su cuerpo al del espectador, a quien convirtió en usuario. Diseñó túneles o corredores que, partiendo de lecturas gestálticas, pretendían desestabilizar al espectador para hacerle consciente de sí mismo y controlar situaciones problemáticas. En los años ochenta transfirió su papel de performer a la figura del mimo, del payaso o de otro actor, manteniendo su interés por la generación de espacios, el vídeo y la escultura, para la cual introdujo un nuevo elemento base: el neón.
Bruce Nauman ha tenido exposiciones retrospectivas en Los Angeles County Museum (Los Ángeles, Estados Unidos, 1972); el Whitney Museum of American Art (Nueva York, 1973); el Museo Reina Sofía (Madrid, 1993); el Walker Art Center (Mineápolis, Estados Unidos, 1994); el Museum of Contemporary Art (Los Ángeles, Estados Unidos, 1994); el Hirshhorn Museum, Sculpture Garden (Washington D. C., 1994); el Museum of Modern Art (Nueva York, 1995); el Dia Center for the Arts (Beacon, Nueva York, 2002); el Museum für Gegenwartskunst de Basel (Basilea, Suiza, 2002); la Tate Modern Turbine Hall (Londres, 2005); la Hamburger Bahnhof (Berlín, 2010); la Art Gallery (Ontario, Estados Unidos, 2014); o la Fondation Cartier pour l’art contemporain (París, 2015). Su trabajo ha participado en numerosas bienales, entre ellas las del Whitney Museum (1977, 1985, 1987, 1991, 1997) y la de Venecia (1978, 1980, 1999, 2005, 2007, 2009). En 2014 recibió el Premio Frederick Kiesler.