Bonifacio Gómez Fernández

Donostia / San Sebastián 1933 - Donostia / San Sebastián 2011

Por: Roberto Díaz

Pintor y grabador español, cuyo nombre completo es Bonifacio Alfonso Gómez Fernández. Su obra se mueve en un estilo que combina el informalismo y una figuración expresionista y gestual. Hijo de un republicano fusilado durante la Guerra Civil y aficionado al dibujo desde niño, durante su juventud desempeñó diversos oficios, entre los que destaca su dedicación al toreo, que abandonó en 1953. Dos años después ganó el Primer Premio de Pintura de Donostia/San Sebastián, lo que le hizo decantarse definitivamente por la pintura. En 1968 se trasladó a Cuenca atraído por el ambiente artístico del grupo de Cuenca y donde residió hasta 1996. Sus obras de los años setenta parten de la abstracción, donde se insinúan sus características formas biomórficas, gestuales y abocetadas sobre fondos de colores claros y tenues, sin una organización espacial definida. En los ochenta sus figuras se hacen más lineales, planas, sinuosas y dinámicas, ocupando toda la superficie del cuadro sobre un fondo indefinido en colores más contrastados y expresivos. A finales de los ochenta su mundo figurado recibe la influencia de la obra de Roberto Matta y su paleta se vuelve más oscura. Paralelamente a su labor pictórica destaca su actividad como grabador, en ediciones como Sopas y manjares (1976) o Tomilleros (1979), una actividad reconocida en 1993 con el Premio Nacional de Grabado.

Desde 1970 se vinculó a la Galería Juana Mordó, en la que expuso en numerosas ocasiones hasta los años noventa. Dentro de su trayectoria destacan también sus exposiciones individuales en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (1983); el Museo de San Telmo (Donostia/San Sebastián, 1988); la Fundación Antonio Pérez (Cuenca, 2001); la amplia retrospectiva que le dedicó el Círculo de Bellas Artes (Madrid, 2007); y la antológica en la Sala Kubo-Kutxa (Donostia/San Sebastián, 2012).