Estudió Bellas Artes en la Universidad del País Vasco y finalizó su formación a mediados de los años noventa. Las relaciones entre forma, discurso e ideología generan el corpus de su obra artística. En este sentido, Asier Mendizabal analiza la capacidad de los signos para materializar las ideas y la forma en la que la cultura y sus dispositivos generan constructos identitarios o proyectan ideologías políticas. Para ello, ha observado críticamente las vanguardias artísticas del siglo XX, teniendo en cuenta las profundas conexiones entre la política y la estética del arte militante y emancipatorio que estas produjeron sin dejar de analizar representaciones artísticas relacionadas con la izquierda revolucionaria de otros momentos históricos. Si en las primeras décadas del siglo XX se partió de dos modelos en conflicto que pugnaron de manera tensa por una materialización más efectiva de lo contemporáneo —la abstracción y el realismo—, Mendizabal cuestiona la supuesta imposibilidad de transformar el imaginario político que la tradición abstracta poseía y la eficacia que defendía el realismo; para ello, en su trabajo parte del diseño de algunos de sus dispositivos políticos o analiza, por ejemplo, el éxito popular que ha tenido la abstracción de la escultura monumental generada en el País Vasco, un discurso plástico que despertó en los años cincuenta. Su trabajo se apuntala en la genealogía local de la escultura vasca que, desde los artistas de los ochenta y noventa como Txomin Badiola o Pello Irazu, tiene como referentes fundamentales a Jorge Oteiza y Eduardo Chillida; de ahí a las relecturas no siempre continuas que estos, a su vez, realizaron de los movimientos de las vanguardias, fundamentalmente del constructivismo.
Asier Mendizabal ha expuesto individualmente en el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (2008); la Fundación Caja General de Depósitos Culturgest (Lisboa, 2010); el Museo Reina Sofía (Madrid, 2011); y el Museo de San Telmo (Donostia/San Sebastián, 2014). Ha participado en Manifesta 5 (Donostia/San Sebastián, 2004); la Bienal de Bucarest (Rumanía, 2010); la Bienal de Venecia (2011); y la Bienal de São Paulo (2014). Ha sido Premio Ojo Crítico de Radio Nacional de España (2010).
Estudió Bellas Artes en la Universidad del País Vasco y finalizó su formación a mediados de los años noventa. Las relaciones entre forma, discurso e ideología generan el corpus de su obra artística. En este sentido, Asier Mendizabal analiza la capacidad de los signos para materializar las ideas y la forma en la que la cultura y sus dispositivos generan constructos identitarios o proyectan ideologías políticas. Para ello, ha observado críticamente las vanguardias artísticas del siglo XX, teniendo en cuenta las profundas conexiones entre la política y la estética del arte militante y emancipatorio que estas produjeron sin dejar de analizar representaciones artísticas relacionadas con la izquierda revolucionaria de otros momentos históricos. Si en las primeras décadas del siglo XX se partió de dos modelos en conflicto que pugnaron de manera tensa por una materialización más efectiva de lo contemporáneo —la abstracción y el realismo—, Mendizabal cuestiona la supuesta imposibilidad de transformar el imaginario político que la tradición abstracta poseía y la eficacia que defendía el realismo; para ello, en su trabajo parte del diseño de algunos de sus dispositivos políticos o analiza, por ejemplo, el éxito popular que ha tenido la abstracción de la escultura monumental generada en el País Vasco, un discurso plástico que despertó en los años cincuenta. Su trabajo se apuntala en la genealogía local de la escultura vasca que, desde los artistas de los ochenta y noventa como Txomin Badiola o Pello Irazu, tiene como referentes fundamentales a Jorge Oteiza y Eduardo Chillida; de ahí a las relecturas no siempre continuas que estos, a su vez, realizaron de los movimientos de las vanguardias, fundamentalmente del constructivismo.
Asier Mendizabal ha expuesto individualmente en el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (2008); la Fundación Caja General de Depósitos Culturgest (Lisboa, 2010); el Museo Reina Sofía (Madrid, 2011); y el Museo de San Telmo (Donostia/San Sebastián, 2014). Ha participado en Manifesta 5 (Donostia/San Sebastián, 2004); la Bienal de Bucarest (Rumanía, 2010); la Bienal de Venecia (2011); y la Bienal de São Paulo (2014). Ha sido Premio Ojo Crítico de Radio Nacional de España (2010).