Andreu Alfaro

València 1929 - Rocafort (València/Valencia) 2012

Por: Isabel Tejeda

De niño se educó en escuelas inspiradas en la Institución Libre de Enseñanza, teniendo una especial habilidad para el dibujo. Su familia, ligada al bando republicano, sufrió represalias tras la Guerra Civil, lo que le impidió realizar estudios universitarios y motivó que trabajara en la empresa familiar, una carnicería, y que su formación fuera autodidacta. Asiduo a exposiciones artísticas, entabló amistad con algunos creadores valencianos a mediados de los años cincuenta y volvió a su antigua afición, el dibujo. Entre sus amistades se hallaban los artistas Joaquín Michavila, Nassio Bayarri, Monjalés y Salvador Soria, también el crítico Vicente Aguilera Cerni, que lo influyó especialmente en sus inicios. Conoció asimismo al escritor valenciano Joan Fuster, que lo introdujo en el valencianismo político.

Realizó sus primeras muestras individuales en 1957 en dos espacios entonces señeros en la cultura valenciana, la Sala Mateu de València y La Decoradora de Alicante/Alacant. En 1958 viajó a Exposición Universal de Bruselas, donde visitó la muestra «50 ans d’Art Moderne». Impresionado por los artistas de la vanguardia contemporánea, a su regreso a València inició su trabajo escultórico de vocación constructivista con hojalata y alambre, integrándose en el grupo Parpalló, formado por Doro Balaguer, Eusebio Sempere y Monjalés. Conoció a Jorge Oteiza, escultor que supondrá una notable influencia, e inició sus trabajos con planchas de metal cortadas y dobladas, introduciéndose en procesos de carácter industrial. En los siguientes años, realizó numerosas exposiciones que compaginó con un trabajo de creativo de publicidad y su colaboración en el negocio familiar. En 1959 acabó su primera obra monumental, iniciando una larga serie de casi cien esculturas de gran formato en calles de España, Alemania y Estados Unidos, con la idea de que la obra de arte debe integrase en el espacio público.

Ha sido Premio Nacional de Artes Plásticas (1981), Premi d’Honor Jaume I de la Generalitat Valenciana (1980), Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya (1982) y Premi Alfons Roig de la Diputación de València (1991). Participó en la Bienal de Venecia en los años 1966, 1976 y 1995; realizó muestras retrospectivas en el Palacio Velázquez (Madrid, 1979), en el Institut Valencià d’Art Modern (València, 1991) y en el Josef Albers Museum (Bottrop, Alemania, 2000), entre otras.