Formado en la prestigiosa Universidad de Goldsmiths, en Londres, Alexis Harding comenzó su andadura en el circuito de exposiciones británico como parte de una generación de artistas interesada en la renovación de los lenguajes pictóricos precedentes. Con frecuencia, la práctica pictórica de Harding ha sido relacionada por la crítica con una corriente focalizada en el análisis de la modernidad, una relación que el crítico Chris Townsend define en términos de intimidad y ambivalencia.
En referencia a sus últimos trabajos, Harding afirma que el suyo es un uso del lenguaje de la abstracción marcado por una clara voluntad de ruptura. Para ello indaga en aquellos procesos que son capaces de alterar completamente la lógica y las funciones del medio: «El modo en el que trabajo es una combinación de estrategia y control, y de irracionalidad y abandono [...]. Quiero manipular los ingredientes básicos de la pintura, sus atributos mudos, a través de un tipo de filtro subjetivo, para ver una imagen urbana entrópica emerger desde el otro lado». Una producción que reflexiona acerca de la temporalidad, la materialidad y la fisicidad de la pintura, que indaga las fronteras de una disciplina en crisis y redefinición permanentes, puesta a prueba aquí una vez más.
Desde mediados de los años noventa, Alexis Harding participa en numerosas exposiciones, entre otras, las celebradas la Stephen Friedman Gallery (Londres, 1996); la Tate Gallery de Liverpool (Reino Unido, 1996); y la Ikon Gallery (Birmingham, Reino Unido, 1997). Recientemente su obra ha sido expuesta en la Cock ‘n’ Bull Gallery (Londres, 2013), Mummery + Schnelle (Londres, 2012) y el Irish Museum of Modern Art (Dublín, 2008).
Formado en la prestigiosa Universidad de Goldsmiths, en Londres, Alexis Harding comenzó su andadura en el circuito de exposiciones británico como parte de una generación de artistas interesada en la renovación de los lenguajes pictóricos precedentes. Con frecuencia, la práctica pictórica de Harding ha sido relacionada por la crítica con una corriente focalizada en el análisis de la modernidad, una relación que el crítico Chris Townsend define en términos de intimidad y ambivalencia.
En referencia a sus últimos trabajos, Harding afirma que el suyo es un uso del lenguaje de la abstracción marcado por una clara voluntad de ruptura. Para ello indaga en aquellos procesos que son capaces de alterar completamente la lógica y las funciones del medio: «El modo en el que trabajo es una combinación de estrategia y control, y de irracionalidad y abandono [...]. Quiero manipular los ingredientes básicos de la pintura, sus atributos mudos, a través de un tipo de filtro subjetivo, para ver una imagen urbana entrópica emerger desde el otro lado». Una producción que reflexiona acerca de la temporalidad, la materialidad y la fisicidad de la pintura, que indaga las fronteras de una disciplina en crisis y redefinición permanentes, puesta a prueba aquí una vez más.
Desde mediados de los años noventa, Alexis Harding participa en numerosas exposiciones, entre otras, las celebradas la Stephen Friedman Gallery (Londres, 1996); la Tate Gallery de Liverpool (Reino Unido, 1996); y la Ikon Gallery (Birmingham, Reino Unido, 1997). Recientemente su obra ha sido expuesta en la Cock ‘n’ Bull Gallery (Londres, 2013), Mummery + Schnelle (Londres, 2012) y el Irish Museum of Modern Art (Dublín, 2008).