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El Banco de España en la economía

Desde principios del siglo XX hasta la actualidad, España ha experimentado una evolución económica diversa y con grandes discontinuidades, con fases de expansión y de convergencia, pero también de estancamiento y de distanciamiento con respecto a los países europeos más desarrollados. Estos cambios en la coyuntura económica han estado estrechamente relacionados, entre otros factores, con su mayor o menor integración en los mercados internacionales. El sistema financiero y el Banco de España han sido protagonistas y, a su vez, testigos de las distintas etapas por las que ha atravesado la economía española.

Los primeros intentos de modernización económica y sus límites

España tuvo desde 1850 hasta 1913 una fase de crecimiento. Entre 1850 y 1870 hubo un intento de modernización del país, ligado a la transformación del marco institucional (con la denominada «reforma liberal») y a una fuerte entrada de capital extranjero. Sin embargo, a partir de los años ochenta el crecimiento se desaceleró por la confluencia de diversos factores: las dificultades de integración en la economía internacional, la respuesta proteccionista, la persistencia de actitudes e instituciones del Antiguo Régimen que limitaron y condicionaron la reforma liberal, el atraso tecnológico, el escaso dinamismo del sector agrario o la pérdida de las colonias1. Todos esos elementos hicieron que, pese a tener tasas de crecimiento positivas, entre 1880 y 1914 España se distanciase de los países europeos más desarrollados. Sin embargo, a partir de 1914 y hasta 1929 España logró de nuevo converger. Tras el shock inicial de la Primera Guerra Mundial, la neutralidad durante el conflicto permitió, aunque débilmente, reactivar el crecimiento. Los años veinte fueron una fase de expansión, vinculada al crecimiento de la industria y al fuerte proceso de capitalización de esta, con una vigorosa entrada de capital extranjero.

Hasta finales de siglo XIX, el Banco de España era la principal entidad del sistema financiero, con el 50 % del total de las cuentas corrientes bancarias y una considerable red de sucursales. Era una entidad privada, que no cumplía con las funciones propias de un banco central, con la excepción de ser banquero del Estado2. La entrada en el siglo XX supuso un cambio importante en el sistema financiero. Gracias al impulso generado por la repatriación de capital desde las colonias, se crearon nuevas sociedades anónimas bancarias, algunas de ellas tan notables como el Banco de Vizcaya o el Banco Hispano Americano, ambas fundadas en 1901. La neutralidad durante la Primera Guerra Mundial dio un nuevo empuje al sistema bancario, que entre 1915 y 1920 casi duplicó el número de bancos. El crecimiento de las exportaciones durante el conflicto supuso una fuerte entrada de oro y de divisas, que situó al Banco de España como el cuarto banco central con mayores reservas del mundo3.

El fin del conflicto mundial en 1918 y la restauración de la competencia internacional, sin embargo, llevaron a la quiebra a muchas empresas, y aumentó la inestabilidad bancaria. En ese contexto se aprobó la Ley de Ordenación Bancaria de 1921, inspirada por el ministro de Hacienda Francisco Cambó, que no solo reguló la actividad de los bancos privados para garantizar la estabilidad del sistema financiero (reduciendo la competencia e introduciendo algunas normas básicas de control y supervisión bancaria), sino que trató de transformar el Banco de España en un verdadero banco central (banco de bancos y prestamista de última instancia), aunque solo consiguió pasos muy modestos en esa dirección4.

Los cambios estructurales durante los años veinte y el crecimiento de la industria favorecieron una nueva ola expansiva del sistema financiero con la aparición de nuevas sociedades, como, por ejemplo, el Banco Central o el Banco de Cataluña en 1920, y, además, se produjo una expansión de las cajas de ahorros. El crecimiento del sector bancario permitió modificar los mecanismos de financiación del déficit. En lugar de su financiación directa, es decir, mediante emisión de billetes, se estableció un mecanismo indirecto de financiación del déficit mediante la emisión de deuda automáticamente pignorable, y el Banco de España se convirtió en una pieza clave en el proceso. Así, los bancos fueron adquiriendo dicha deuda, lo que les garantizaba una gran liquidez, ya que podían obtener crédito del Banco de España casi de forma automática cuando ofrecían dichos títulos como garantía. En esa década, el Banco de España, que ya había intervenido en 1913 para ayudar al Banco Hispano Americano cuando este suspendió pagos, tuvo que volver a asumir la función de prestamista de última instancia cuando el Banco Central, una de las mayores entidades del país, tuvo problemas en 1925. Además, se vio forzado a colaborar con el Ministerio de Hacienda para sostener el tipo de cambio, poniéndose en evidencia la continua tensión entre los objetivos del Gobierno y los de la propia entidad5.

Los años treinta y el estallido de la Guerra Civil

La fase de expansión de la economía española se interrumpió en 1929. El período de la Restauración (1874-1923), en el que se estableció un turno político entre conservadores y liberales, se quebró tras el golpe de estado de Primo de Rivera en 1923. Sin embargo, los problemas económicos acentuados por la crisis internacional de 1929 y la pérdida de apoyos hicieron que Primo de Rivera presentase su dimisión en 1930, arrastrando un año después al rey Alfonso XIII e instaurándose la Segunda República en 1931, presidida por Manuel Azaña. Aunque la Gran Depresión de 1929 tuvo un impacto moderado en España, sus efectos fueron persistentes6. A la caída en las exportaciones y al freno de las inversiones extranjeras hacia España se unió una crisis bancaria en 1931, si bien esta tuvo escasa severidad gracias a la política adoptada por las autoridades y por el Banco de España de facilitar crédito a las entidades con problemas. En 1931 se aprobó una nueva Ley de Ordenación Bancaria, que aumentó el control del Gobierno sobre el Banco de España, lo que todavía dificultó más la conciliación de los intereses del Gobierno con los de los miembros del Consejo del Banco de España, que representaban a los accionistas privados.

Las tensiones sociales y políticas no se aplacaron durante los años de la Segunda República. El Gobierno tuvo que afrontar las medidas de modernización en un contexto internacional adverso, como consecuencia de la Gran Depresión de 1929, que se prolongó en la década de los treinta, con una desconfianza creciente por parte de determinados sectores de la población, tanto por quienes habían puesto demasiadas esperanzas en el cambio tras su proclamación como por los que veían amenazado su statu quo. En 1936 se produjo un golpe de estado que acabó en una guerra civil que ponía fin a las esperanzas de recuperación de la economía en la segunda mitad de los años treinta. Además de las dramáticas consecuencias en términos de pérdidas humanas, la guerra supuso una disrupción total de la economía española, la coexistencia de dos administraciones, la ruptura de la unión monetaria y la circulación de dos pesetas, y dos bancos centrales. Pero el peor legado del conflicto y de las políticas implementadas en los primeros años del franquismo fue que España se empobreció y se distanció de Europa, y no volvió a alcanzar los niveles de producto interior bruto de preguerra hasta 1951 en términos absolutos y hasta 1955 en niveles por habitante.

De la autarquía al Plan de Estabilización y el crecimiento de los sesenta

Al finalizar el conflicto, el Gobierno de Franco optó por una política fuertemente intervencionista y de aislamiento frente al exterior. La reunificación monetaria la llevó a cabo el ministro de Hacienda José Larraz. Tras la consolidación de los balances de las dos entidades emisoras que habían operado durante la guerra, el Banco de España se mantuvo como entidad privada, pero el control del Estado sobre el Banco se intensificó, despojándolo de las funciones típicas de un banco central. La política monetaria recayó en manos del Ministerio de Hacienda y del Instituto Español de Moneda Extranjera, dependiente del Ministerio de Comercio. El Banco, presidido por Joaquín Benjumea, se convirtió en un mero suministrador de liquidez a través de la emisión de deuda pública pignorable que se colocaba en el sistema bancario. Además, las reservas que se habían acumulado durante el primer tercio del siglo XX habían desaparecido, al ser destinadas a la compra de armas y de munición durante la Guerra Civil.

El aumento del intervencionismo se trasladó también al sistema financiero, y en 1939 se prohibió la apertura de nuevos bancos o cajas, situación que se ratificó con la Ley de Ordenación Bancaria de 1946, en la que, además del statu quo bancario, se regularon prácticamente todas las actividades bancarias (tipos de interés, expansión de oficinas…).

El fuerte intervencionismo modificó los incentivos del mercado y tuvo repercusiones negativas en la asignación de los recursos y en la productividad. El aislamiento exterior y la autarquía contribuyeron al alejamiento de España de los países occidentales. La escasez, la corrupción y el mercado negro, la aparición de prácticas monopolistas, la ineficiencia, la inflación y la fuerte sobrevaloración de la peseta fueron algunos de los problemas a los que se tuvo que enfrentar la economía española en esos años. El cambio de tendencia se produjo en 1951, si bien la aceleración económica no se desencadenó hasta los años sesenta.

Aunque en los años cincuenta España todavía basaba su economía en el mercado interno, desde principios de la década se inició un tímido proceso de ruptura del aislamiento y de normalización de las relaciones con el exterior. En 1950, en un contexto de guerra fría, la asamblea de la ONU revocó el veto a la entrada de España en su organización, y en 1953 se firmaron los acuerdos entre España y Estados Unidos, la denominada «Ayuda para la Mutua Defensa y Convenio de Ayuda Económica». Los cambios en política exterior e interior fueron modestos, ya que, en general, se trató de reformas menores, como una pequeña reforma fiscal o algunos intentos de ajuste de los principales desequilibrios económicos; además, se mantuvieron muchos controles y restricciones. Sin embargo, fueron los suficientes para modificar la tendencia. En 1957 hubo un cambio de gobierno que afectó a 12 carteras, con Mariano Navarro Rubio al frente del Ministerio de Hacienda y Alberto Ullastres en el Ministerio de Comercio. Aunque no se alteraron los fundamentos ideológicos del régimen, las limitaciones del programa económico autárquico eran evidentes y la ruptura del aislamiento era una vía para hacer frente a algunos de sus problemas económicos más acuciantes, como la escasez, la inflación o la falta de divisas. En 1958 España se adhirió a diversos organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El Gobierno hizo uso de dichas instituciones como fuente consultiva y para obtener ayuda financiera. El resultado final fue la implementación del Plan de Estabilización de 1959, que pretendía mejorar el crecimiento económico, evitando la inflación y el desequilibrio de la balanza de pagos. El Plan adoptó medidas destinadas a liberalizar el sector externo y a introducir mecanismos de mercado y permitió la obtención de los apoyos financieros internacionales necesarios para garantizar el éxito de la operación7.

El Banco de España, con Joaquín Benjumea a la cabeza, no fue ajeno a esos cambios y Joan Sardà, director del Servicio de Estudios, asistió a numerosas reuniones en organismos internacionales y fue, sin duda, uno de los artífices del Plan, siempre con el apoyo explícito del subgobernador Epifanio Ridruejo. La estrecha amistad entre Joan Sardà y Gabriel Ferras, director para Europa del FMI, a quien el Banco de España rindió un homenaje en 1964, facilitó las negociaciones. Tanto en los años previos al Plan como en los inmediatamente posteriores, diversas personalidades y misiones acudieron a España, como Per Jacobsson, director gerente del FMI, y Hans-Carl von Mangoldt, presidente del Comité Director del Acuerdo Monetario Europeo. Estas visitas al Banco se intensificaron a principios de los sesenta con la presencia, entre otros, del ministro de Comercio de Bélgica Maurice Brasseur, el entonces ministro de Hacienda francés Valéry Giscard d›Estaing o el ministro de Hacienda de Portugal Antonio Manuel Pinto Barbosa. También pasaron por el Banco gobernadores de diversos bancos centrales, como Francisco Aquino, del Banco Central de El Salvador, o Guido Carli, gobernador del Banco de Italia. En esa filosofía aperturista y de aumento de las relaciones con el exterior se enmarca la celebración, de la mano del Banco de España, de la XIII Conferencia Monetaria Anual de la American Bankers Association, que tuvo lugar en Granada en 1966.

En el ámbito financiero, se aprobó la Ley de Ordenación Bancaria de 1962. Dicha ley nacionalizó el Banco de España, que abandonó su carácter privado y, por tanto, su accionariado. Pese a ello, el Banco no logró asumir todas las funciones de un verdadero banco central, por no contar con instrumentos adecuados para diseñar la política monetaria. En el sector bancario, y pese a las expectativas liberacionistas, la ley mantuvo un gran intervencionismo. Según aquella, se pretendía poner fin a los principales problemas del sistema bancario, como la escasez de créditos a largo plazo, la falta de competencia, la ausencia de una política monetaria activa y la falta de poder del Banco de España para regular el sistema crediticio. Pese al adecuado diagnóstico, algunas de las medidas aprobadas contribuyeron a mantener la represión financiera, sobre todo por el mantenimiento del control de los tipos de interés y el reforzamiento de inversiones obligatorias para bancos y cajas. En la práctica, la ley fue mucho menos liberalizadora de lo que pretendían sus objetivos, ya que la política financiera del franquismo en estos años siguió condicionada por su estrategia de industrialización y por el uso de los denominados «circuitos privilegiados de financiación», es decir, sectores y empresas considerados estratégicos por el Gobierno. Los bancos y las cajas debieron seguir destinando una enorme cantidad de recursos a esas inversiones, generalmente de baja rentabilidad, y a finales de los sesenta los circuitos privilegiados de crédito concentraban el 45 % de los recursos totales del sistema crediticio. Aunque se solicitó asesoramiento al Servicio de Estudios del Banco de España, y a pesar de que Sardà fue una figura central en el diseño del Plan de Estabilización y estableció las directrices que debían guiar la reforma del sistema financiero, su influencia final en la redacción de la Ley de Ordenación Bancaria de 1962 fue escasa. Sardà abandonó el Banco de España en 1965, coincidiendo con la entrada de Navarro Rubio como gobernador.

En los años sesenta comenzó el denominado «milagro español», con un crecimiento entre 1960 y 1975 por encima del 6 % y, además, sin graves desequilibrios de balanza de pagos. Aunque la apertura favoreció el crecimiento, como hemos señalado, se siguió apostando por un modelo de industrialización intervencionista, con políticas sectoriales, control de los mercados de factores (capital y trabajo) y del sistema financiero. Se mantuvo una política de dinero barato para proporcionar abundante liquidez al sistema, lo que supuso un repunte de la inflación. Aunque se instrumentaron algunas medidas para moderar la inflación, estas no fueron efectivas y el Banco de España continuó sin el control de la política monetaria. Además, para potenciar determinados sectores y facilitar el crédito a medio y largo plazo, se impulsó la banca pública, se intentó especializar (sin éxito) a las entidades bancarias y se introdujeron coeficientes de inversión obligatoria. El resultado fue un sector financiero tremendamente intervenido, con abundante crédito oficial. Finalmente, aunque hubo una fuerte entrada de capital extranjero, se mantuvieron controles a las relaciones con el exterior. El crecimiento se produjo, por tanto, pese al mantenimiento de una maraña intervencionista que favoreció la ineficiencia e, incluso, la corrupción.

Las relaciones del Banco de España con organismos internacionales y con otros bancos centrales se intensificaron desde principios de los setenta, con la visita del presidente de la Reserva Federal Arthur F. Burns, del gobernador del Deutsche Bundesbank Karl Klasen, del presidente del Banco Mundial Robert S. MacNamara, del gobernador del Banco Central de la República Argentina Carlos Brignone o del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo Antonio Ortiz Mena, entre otros. En clave de política económica nacional, cada vez era más evidente la necesidad de implementar una política monetaria efectiva y de controlar la inflación. Eso llevó a la introducción de algunos instrumentos, como el coeficiente de caja en 1970 o los préstamos de regulación monetaria en 1973. Cuando parecía que la decisión de instrumentar la política monetaria era más clara, con Luis Coronel de Palma como gobernador y Luis Ángel Rojo en el Servicio de Estudios, se produjo una crisis internacional en 1973 que puso de manifiesto los graves desequilibrios que había ido acumulando la economía española en la etapa previa de expansión. En 1974, la peseta entró en flotación tras la quiebra del Sistema Monetario Internacional de Bretton Woods. La crisis se tradujo en una fase de estancamiento hasta 1985 (la tasa de crecimiento del PIB per cápita cayó desde más del 5 % entre 1958 y 1974 hasta solo el 1,4 % entre 1974 y 1984), una elevada inflación, fuertes desequilibrios exteriores y un alto desempleo, que interrumpieron una etapa de convergencia con Europa que se había iniciado en los años sesenta. En 1975, además, se produjo la muerte de Franco y se inició el proceso de transición a la democracia, lo que dificultó la toma de las medidas necesarias para hacer frente a las graves dificultades económicas por las que atravesaba el país.

La transición a la democracia y la integración en Europa

La crisis económica de mediados de los setenta derivó en una grave crisis bancaria, una de las más severas de la historia de España, alimentada por graves problemas de gestión y deficiencias en el control del riesgo por parte de algunos bancos8. La crisis bancaria se produjo en dos fases: una que se inició en 1977 y otra en el período 1982-1985. Tras la firma en 1977 de los Pactos de la Moncloa, promovidos por Enrique Fuentes Quintana, se intentó desmantelar el fuerte andamiaje intervencionista construido durante el franquismo, y ello se tradujo, también, en una liberalización del sector financiero. Aunque en 1974 ya se habían liberalizado algunos servicios y tipos de interés, el proceso se aceleró a partir de 1977, con la progresiva eliminación de los coeficientes obligatorios de inversión, la total liberalización de los tipos de interés y el intento de aumentar la competencia autorizando la entrada de la banca extranjera. Sin embargo, los graves problemas macroeconómicos (sobre todo, el déficit público y la inflación) alteraron la agenda liberalizadora, y se mantuvieron, por ejemplo, los coeficientes de inversión obligatoria. La crisis bancaria, además, obligó a que una parte de las reformas se centrase en el diseño de instituciones y de mecanismos para evitar el colapso del sistema bancario. La mayoría de los bancos afectados en la primera ola eran pequeños, mientras que otros de mayor tamaño fueron absorbidos por entidades mayores. La iniciativa de lucha contra la crisis bancaria surgió del Banco de España, siendo Álvarez Rendueles gobernador, quien colocó a Mariano Rubio bajo las riendas de la gestión de la crisis con la creación de dos organismos: el Fondo de Garantía de Depósitos en Establecimientos Bancarios (1978) y Corporación Bancaria (1978). Además, el Banco de España aumentó significativamente la actividad inspectora, siendo José Luis Núñez de la Peña el encargado de los servicios de inspección del Banco y, tras su fallecimiento en 1982, Aristóbulo de Juan uno de los principales gestores de la transformación hacia la moderna supervisión bancaria.

Un mes después de celebrarse las primeras elecciones democráticas en 1977, el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, presentó la demanda oficial de adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE), el antecedente de la actual Unión Europea. El proceso de adhesión fue largo, ya que la entrada de España en la CEE se produjo en 1986. Dicha entrada supuso un cambio sustancial para la economía española, ya que, por un lado, se procedió a la paulatina liberalización de los mercados de bienes, servicios y factores y, por otro, España tuvo que realizar importantes ajustes productivos y resolver los desequilibrios del sector público y del sector exterior, con la finalidad de alcanzar la estabilidad macroeconómica y financiera. Muchos de estos ajustes se realizaron durante el primer gobierno del PSOE, siendo Miguel Boyer ministro de Economía. En esos años, además, se produjo la segunda oleada de la crisis bancaria, que se inició en 1982, cuando quedaron al descubierto los problemas de Bankunión, de Banca Catalana, del grupo Rumasa (expropiado en 1983) y de Banco Urquijo Unión. El Banco de España, por tanto, mantuvo en esos años la tarea esencial de lidiar con la crisis bancaria.

El período que va desde 1986 a 2007 fue una etapa de expansión, en la que se obtuvieron los beneficios de la apertura económica (aumento del comercio exterior y fuertes entradas de capitales) y de la integración en las instituciones europeas, fundamentalmente gracias a la recepción de fondos europeos. Los mayores ajustes y dificultades se produjeron entre 1986 y 1992, mientras que los años 1993-2007 se caracterizaron por el logro de la estabilidad macroeconómica y el crecimiento. Desde 1985, las expectativas de entrada en la CEE tuvieron un efecto positivo; a ello se le unió una favorable evolución de la economía mundial, que permitió volver a la senda de convergencia. Tras diez años de andadura de la democracia, se obtuvieron también las ventajas derivadas de la estabilidad institucional. Las empresas mejoraron su situación financiera, aumentaron las infraestructuras físicas y se produjeron cambios modernizadores en el sector financiero. Pese a todo, los años 1985-1989, siendo Carlos Solchaga ministro de Economía y Hacienda y Mariano Rubio gobernador del Banco de España, fueron muy complejos en lo que a la política monetaria se refiere, con graves problemas para lograr el control de la cantidad de dinero y la estabilidad del tipo de cambio. La propia expansión económica generó desequilibrios que se agravaron en el segundo trimestre de 1992, cuando, coincidiendo con una crisis del Sistema Monetario Europeo, España entró en una fuerte recesión económica. Ese mismo año, Luis Ángel Rojo, que había sido director general del Servicio de Estudios y subgobernador del Banco, y que había recibido en 1986 el Premio de Economía Rey Juan Carlos, fue nombrado gobernador del Banco de España. Se produjeron varios hitos importantes en esos años, como la aprobación de la Ley de Autonomía del Banco de España en 1994, el cumplimiento de los criterios de Maastricht para formar parte de la Unión Monetaria Europea en 1997 y, finalmente, la entrada en el euro el 1 de enero de 1999.

El papel del Banco de España en la entrada en el euro fue crucial, no solo en su colaboración previa para garantizar el cumplimiento de los objetivos de estabilidad (y, en particular, el control de la inflación), sino también en el momento de la implantación de la nueva moneda. Así, el Banco fue el responsable de la campaña informativa y mantuvo contactos con las Administraciones Públicas, la banca, la gran distribución, el pequeño comercio y todo tipo de agentes y organizaciones, y, además, fue esencial en el proceso de canje y de distribución de euros. Por otro lado, tras una lucha intensa del Banco para lograr su independencia e instrumentar la política monetaria, labor en la que el compromiso de Luis Ángel Rojo9 y de muchos de sus estrechos colaboradores había sido encomiable, la entrada en la Unión Monetaria Europea supuso la renuncia a una política monetaria y cambiaria autónoma. Luis Ángel Rojo ocupó la vicepresidencia del Instituto Monetario Europeo, embrión del futuro Banco Central Europeo (BCE), y en el año 2000 Jaime Caruana, al ser nombrado gobernador del Banco de España, pasó a formar parte del Consejo de Gobierno del BCE.

Desde mediados de los noventa hasta la crisis de 2008, España tuvo un crecimiento económico sostenido, lo que supuso regresar a la senda de convergencia con respecto a los países más desarrollados. Además, se trató de un crecimiento acompañado de creación de empleo (en España se crearon más de dos tercios del empleo generado en el área del euro en esos años) y, como en otros países durante la denominada «etapa de la Gran Moderación», sin tensiones inflacionistas, evitando, por tanto, los principales problemas a los que se había enfrentado en las décadas anteriores: desempleo e inflación. España fue uno de los países que más se beneficiaron de su entrada en la Unión Monetaria Europea en sus primeros años, al dotarle esta de un marco y de unas condiciones favorables para lograr un crecimiento estable. En particular, se benefició de las ventajas de la integración comercial y de las ayudas para favorecer la modernización económica. En esos años, además, España se aprovechó de un contexto internacional favorable, con tipos de interés bajos y abundante liquidez internacional, que permitió fuertes entradas de capital para financiar el crecimiento, circunstancia muy relevante para un país tradicionalmente caracterizado por la escasez de capital.

La integración de España en el euro coincidió con grandes procesos de cambio a nivel internacional (en particular, la globalización y el desarrollo de las nuevas tecnologías). En ese contexto, se generaron muchas oportunidades de expansión internacional para las empresas y los bancos españoles. Hasta 1986, los bancos españoles apenas tenían presencia en el exterior. Sin embargo, la situación cambió radicalmente en la década de los noventa y a principios del siglo XXI. La liberalización y la desregulación del sistema financiero en los ochenta aumentaron la competencia e impulsaron un fuerte crecimiento de la actividad financiera. Los bancos aumentaron su tamaño como consecuencia de los procesos de fusión, y eso les permitió lograr la dimensión necesaria para expandirse en el exterior. También crecieron los intermediarios financieros no bancarios y las cajas. Se produjo una coincidencia temporal de la expansión internacional de las grandes empresas y de los bancos españoles, de los que América Latina se erigió en el principal mercado.

El problema fue que, de nuevo, el crecimiento no estuvo exento de una acumulación de desequilibrios. La bonanza económica se sustentó en el consumo interno y en la inversión residencial. En un contexto de tipos de interés bajos y abundante financiación, en España gran parte de los capitales exteriores se dirigieron a aumentar el endeudamiento de los hogares y de las empresas, especialmente en el sector de la construcción. La expansión de este sector y de algunos servicios, caracterizados por ser poco productivos e intensivos en trabajo, alentó la demanda de mano de obra, lo que produjo un fuerte aumento de la inmigración. El crecimiento no se vio acompañado de una mejora sustancial de la productividad, pero sí de desequilibrios de balanza por cuenta corriente y de una alta concentración de riesgos en el sistema financiero10.

De la Gran Recesión a la actualidad

En 2007 estalla una crisis financiera, la denominada «Gran Recesión», y los problemas de la economía española afloraron, produciéndose una fuerte recesión que solo mostró signos de recuperación a partir de 2013, y que se volvieron a interrumpir como consecuencia de la pandemia de COVID-1911. La crisis internacional favoreció el estallido de la burbuja inmobiliaria en España y arrastró a los intermediarios financieros más involucrados con este sector, las cajas de ahorros. La pertenencia al euro limitaba las posibilidades de actuación: no era posible utilizar el tipo de cambio, la política monetaria la fijaba el BCE y la recepción de las ayudas estaba sujeta a la condicionalidad en relación con determinados objetivos, como, por ejemplo, el déficit público, especialmente a partir 2010. Por otro lado, además de la crisis, el propio fin del boom inmobiliario afectó a las cuentas públicas, ya que una parte no desdeñable de los ingresos del Estado estaban vinculados al sector de la construcción.

Aunque el sector bancario español pareció resistir el primer embate de la crisis en 2007, a medida que esta se iba expandiendo y perduraba en el tiempo se pusieron de manifiesto los problemas que arrastraba el sector y que derivaban de la acumulación de riesgos por el elevado peso del «ladrillo» en sus balances. El deterioro de la actividad económica disparó las tasas de morosidad. Además, la crisis internacional supuso un cierre de los mercados internacionales de crédito y, para una banca tan dependiente del exterior como la española, las consecuencias fueron graves. El Banco de España advirtió de los peligros de la burbuja inmobiliaria, se introdujeron algunos instrumentos de protección, como las provisiones contracíclicas y otras medidas que aparentemente evitaron que las entidades se vieran afectadas por los denominados «activos tóxicos». Sin embargo, las autoridades gobernantes en distintos ámbitos no fueron capaces de calibrar la magnitud que finalmente alcanzaron los problemas del sistema financiero y, como manifestó Luis M. Linde, gobernador del Banco de España, entre 2012 y 2016 incurrieron en graves errores de previsión. Las principales perjudicadas fueron las cajas de ahorros, con una elevada exposición al sector inmobiliario, muchas de ellas con graves problemas de gestión y actuaciones poco ortodoxas, y que, por su naturaleza de entidades sin ánimo de lucro, tenían menores posibilidades de recapitalizarse. Cuando las autoridades tomaron consciencia de la gravedad del problema, se diseñó una estrategia de reestructuración del sistema bancario para redimensionar su tamaño y sanear los balances de las instituciones más dañadas. Esto se combinó con ayudas para la recapitalización o el salvamento de entidades con la exigencia de planes de viabilidad, y se creó para ello el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Se apostó por una estrategia de fusión entre las cajas, que se aceleró a mediados de 2010 y que requirió diferentes rondas. Al final, las cajas acabaron prácticamente desapareciendo: de las 45 cajas existentes antes de la crisis, solo se mantuvieron dos entidades muy pequeñas (Caixa Ontinyent y Caixa Pollença) y las restantes se bancarizaron tras la oleada de fusiones y adquisiciones.

Fueron años complicados para la economía española, con un gran crecimiento de la tasa de desempleo, que alcanzó su máximo del 27 % en 2013, una fuerte crisis de deuda como consecuencia de la recesión, la intervención en el sector bancario y los costes sociales vinculados a la crisis, y una fuerte pérdida de credibilidad en los mercados exteriores y un deterioro de las instituciones. El resultado fue que España padeció una de las crisis financieras más severas y duraderas de su historia. La situación comenzó a revertirse a partir de 2013, cuando el sector exterior se recuperó, consiguiéndose incluso un superávit de la balanza por cuenta corriente, hubo una mejora sustancial en el crecimiento del empleo, un saneamiento de los balances de las entidades financieras, un desapalancamiento de los hogares y las empresas, y, como consecuencia de todo ello, una recuperación del crecimiento, aunque con retos importantes por cubrir. Las autoridades financieras —el BCE y el Banco de España— reforzaron sus requerimientos y exigencias supervisoras con objeto no solo de proteger a los consumidores, sino también para mejorar la transparencia y la gestión de las entidades financieras mediante la aprobación de múltiples paquetes normativos y de medidas, como Basilea III o MiFID 2/MiFIR Quick Fix. El reglamento de 2013 que encomendaba al BCE tareas específicas vinculadas con la supervisión prudencial de las entidades de crédito asignó también a las autoridades nacionales competentes la responsabilidad de prestar asistencia al BCE en dichas tareas. Desde la incorporación del Banco de España al Mecanismo Único de Supervisión en 2014, la colaboración de la entidad en la supervisión ha sido una prioridad12.

En un contexto de recuperación y crecimiento, en 2020 estalló la crisis del COVID-19, que provocó una contracción sin precedentes de la economía mundial, especialmente acusada en la zona del euro y en España, en términos tanto sanitarios, por la gravedad que adquirió la pandemia, como económicos, al afectar de forma muy intensa al sector de servicios, con un gran peso en nuestro país. Abordar muchos de los retos de la economía española (como la mejora en la productividad, la transformación digital, la mejora en el capital humano o la sostenibilidad de las pensiones, entre otros muchos) es una tarea intrincada en sí misma. Sin embargo, el actual entorno internacional (con la subida de los precios de la energía, el repunte de la inflación o la fuerte inestabilidad geopolítica) añade mayor complejidad a las previsiones económicas. La pertenencia a la zona del euro ha permitido que ante graves problemas como la pandemia, como señalaba el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, España se haya aprovechado de una «respuesta amplia, contundente y coordinada de las políticas económicas»13, con financiación del Eurosistema a los bancos en condiciones favorables y el establecimiento de unos fondos de ayuda sin precedentes, entre otras medidas. Sin duda, las perspectivas económicas están cada vez más ligadas a la compleja coyuntura internacional. El papel del Banco de España de promotor del buen funcionamiento y de la estabilidad del sistema financiero, así como de asesor sobre las reformas y las medidas necesarias para afrontar los problemas, será, como lo ha sido a lo largo de su historia, crucial.

María Á. Pons
Universidad de Valencia

Notas

  1. Para una síntesis de los factores que explican el intento de modernización e industrialización de la economía española y los problemas de dicho proceso se puede consultar Carreras y Tafunell (2010), Prados de la Escosura y Sánchez Alonso (2020) o Comín (2020). ↩︎

  2. Tedde de Lorca (2019). ↩︎

  3. Martín-Aceña (2017). ↩︎

  4. Un análisis detallado de la Ley de Ordenación Bancaria de 1921 se puede encontrar en la monografía editada por el Banco de España, la monografía “100 años de la Ley de Ordenación Bancaria de 1921”. ↩︎

  5. Martín-Aceña (2013). ↩︎

  6. Para una revisión sobre el impacto de la Gran Depresión en España, ver Betrán (2020). ↩︎

  7. Martínez-Ruiz y Pons (2020) realizan una valoración del Plan de Estabilización, explicando sus principales contribuciones, pero también sus limitaciones. Sobre la figura de Sardà, ver Martín-Aceña (2019). ↩︎

  8. Para más información sobre la crisis bancaria en estos años, se puede consultar Cuervo (1988), Betrán y Pons (2017) y Cuevas y Pons (2022). ↩︎

  9. Para un análisis detallado de la contribución de Luis Ángel Rojo en estos años, ver Aríztegui (2012). ↩︎

  10. Escrivá y Correa (2009). ↩︎

  11. Son muchos los trabajos realizados sobre la crisis bancaria de 2008 en España, pero se puede obtener una visión general en Santos (2014), Otero-Iglesia, Royo y Steinberg (2016) o Banco de España (2017). ↩︎

  12. Torres (2015). ↩︎

  13. “Intervención del Señor Gobernador del Banco de España en el Congreso de los Diputados el 19 de mayo de 2021”, Cortes Generales, Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. ↩︎

Bibliografía

  • Aríztegui, J. (2012): “Luis Ángel Rojo y la regulación financiera de finales del siglo XX”, en Sebastián, C. coord.: Luis Ángel Rojo: Recuerdo y Homenaje. Madrid: Fundación Ramón Areces, pp. 161-178.
  • Banco de España (2013): Nota informativa sobre las ayudas financieras públicas en el proceso de recapitalización del sistema bancario español (2009-2013), 2/09/2013, Madrid. Banco de España.
  • Banco de España (2017): Report on the financial and banking crisis in Spain, 2008-2014. Madrid: Banco de España.
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Reunión de la Junta General de Accionistas celebrada bajo la presidencia del gobernador Alfredo Zavala Lafora los días 4 y 11 de marzo de 1934. Vista general del Salón de Juntas. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2132.

Reunión de la Junta General de Accionistas celebrada bajo la presidencia del gobernador Alfredo Zavala Lafora los días 4 y 11 de marzo de 1934. Vista general del Salón de Juntas. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2132.

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Los años treinta y la Guerra Civil

Reunión de la Junta General de Accionistas celebrada bajo la presidencia del gobernador Alfredo Zavala Lafora los días 4 y 11 de marzo de 1934. Vista de la presidencia. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2133.
Reunión de la Junta General de Accionistas celebrada los días 4 y 11 de marzo de 1934. Los miembros del Consejo de Gobierno, detrás de la mesa presidencial. En primer plano, de izquierda a derecha, Pedro Pan Gómez, subgobernador 1.º; Alfredo Zavala Lafora, gobernador, y José Suárez-Figueroa, subgobernador 2.º. En segundo término, entre otros, los consejeros José González Pintado Hermoso, Francisco Aritio Gómez, José Varela de Limia y Lorenzo Martínez Fresneda Jouvé. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2134.
Reunión del Consejo General del Banco de España. Sentado, en el centro, el gobernador Alfredo Zavala Lafora. A su derecha, Pedro Pan, subgobernador 1.º, y a su izquierda, José Suárez-Figueroa, subgobernador 2.º. 1934. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2136.
Banquete ofrecido en el salón de Comisiones del Banco de España (actual salón de la Comisión Ejecutiva) con motivo de la reunión de la Junta General de Accionistas de marzo de 1934. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2138.
Reunión del Consejo General del Banco de España celebrado bajo la presidencia del gobernador Antonio Goicoechea Cosculluela. A su derecha, Ramón Artigas Gracia, subgobernador 1.º, y a su izquierda, César Antonio Arruche Villanueva, subgobernador 2.º. Se trata de una de las primeras reuniones del Consejo que tuvo lugar en Madrid tras la finalización de la Guerra Civil. 1939. Fotógrafo: Diego González Ragel. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2334.
Colas formadas delante de la puerta del Banco de España en la calle de Alcalá para canjear los billetes republicanos tras la finalización de la Guerra Civil. 15 de abril de 1939. Copia posterior. Fotógrafo: Luis Vidal. N.º inv. 2333.

La posguerra y la autarquía

Visita de Demetrio Carceller Segura, ministro de Industria y Comercio, a la Cámara del Oro del Banco de España. De izquierda a derecha, Luis Sáez de Ibarra y Saiz de Urabaín, director general de Banca y Bolsa; César Arruche, subgobernador 2.º del Banco de España; Francisco de Cárdenas y de la Torre, asesor técnico del Banco de España; personaje no identificado; Manuel Arburúa de la Miyar, director de Cambios del Banco de España; Blas Huete Carrassó, director general del Instituto Español de Moneda Extranjera (IEME); Juan Granell Pascual, subsecretario de Industria; Demetrio Carceller; Francisco Aritio Gómez, consejero del Banco de España; José María Lapuerta, subsecretario de Comercio; Ramón Artigas Gracia, subgobernador 1.º del Banco de España; Manuel Vila Gárriz, director general adjunto del IEME; sin identificar las dos últimas personas. 1944. Fotógrafo: Diego González Ragel. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2332.
Donación al Banco de España de la escribanía de plata que perteneció a Pedro Salaverría, que había sido gobernador en 1877, realizada por su nieto, Luis López Dóriga Salaverría. En torno a la escribanía posan el gobernador, Antonio Goicoechea, los subgobernadores, Ramón Artigas y César Arruche, y los consejeros del Banco. 1946. Fotógrafo: Diego González Ragel. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 614.
Consejeros del Banco de España en una reunión sin identificar. De izquierda a derecha, Juan Antonio Gamazo, Lorenzo Martínez-Fresneda, Fernando Sartorius, Jacobo Fitz-James Stuart e Ignacio Herrero de Collantes. Ca. 1941-1942. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2125.
Acto de celebración del centenario de la Caja de Pensiones del Banco de España. Discurso de Fernando Suárez de Tangil, ministro de Obras Públicas y consejero del Banco de España en el patio de Operaciones. 18 de febrero de 1953. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5364.
Acto de celebración del centenario de la Caja de Pensiones del Banco de España. De izquierda a derecha, Joaquín Benjumea, gobernador del Banco de España; José Antonio Girón, ministro de Trabajo; Fernando Suárez de Tangil; Manuel Arburúa, ministro de Comercio, y Luis Sáez de Ibarra, subgobernador del Banco de España. 18 de febrero de 1953. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5373.
Concesión de la Medalla de la Previsión Popular a la Caja de Pensiones del Banco de España durante la celebración de su centenario (1853-1953). De izquierda a derecha, Joaquín Benjumea, gobernador; José Antonio Girón, ministro de Trabajo, y Fernando Suárez de Tangil, ministro de Obras Públicas y consejero del Banco de España. 18 de febrero de 1953. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5369.
Visita de Humberto de Saboya al Banco de España. A su derecha, el gobernador, Joaquín Benjumea. 1955. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 6004.
Actos de celebración del centenario del Banco de España, creado por la Ley de 28 de enero de 1856. Por un pasillo del Banco, de izquierda a derecha, Alfredo Zavala Lafora y Francisco Cárdenas de la Torre, ambos exgobernadores. 1956. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5427.
Actos de celebración del centenario del Banco de España, creado por la Ley de 28 de enero de 1856. Intervención en el salón de Juntas de Accionistas. Intervención de Joaquín Benjumea, gobernador. 1956. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5400.
Actos de celebración del centenario del Banco de España, creado por la Ley de 28 de enero de 1856. Discurso en el salón de Juntas de Accionistas. Intervención de José Larraz, exministro de Hacienda. 1956. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5398.
Actos de celebración del centenario del Banco de España, creado por la Ley de 28 de enero de 1856. De izquierda a derecha, Joaquín Benjumea, gobernador; Fernando Suárez de Tangil, ministro de Obras Públicas y consejero del Banco, y José Larraz, exministro de Hacienda. 1956. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5395.
Actos de celebración del centenario del Banco de España, creado por la Ley de 28 de enero de 1856. Recepción del jefe del Estado, Francisco Franco, a los miembros del Consejo de Gobierno en el palacio de El Pardo. 1956. Fotógrafo: Campúa. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5451.
Actos de celebración del centenario del Banco de España, creado por la Ley de 28 de enero de 1856. El gobernador, Joaquín Benjumea, el subgobernador, Luis Sáez de Ibarra, y varios consejeros posan delante del retrato de José Echegaray pintado por Joaquín Sorolla. 1956. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5412.
Actos de celebración del centenario del Banco de España, creado por la Ley de 28 de enero de 1856. Banquete ofrecido en el comedor de gala del Banco de España a las personalidades invitadas. En el centro de la fotografía, sentados, entre otros, Fernando Suárez de Tangil, ministro de Obras Públicas y consejero del Banco de España; Francisco Gómez del Llano, ministro de Hacienda, y Joaquín Benjumea, gobernador. De pie, entre otros, Luis Sáez de Ibarra, subgobernador; José Larraz, exministro de Hacienda, y Alfredo Zavala Lafora, exgobernador. 1956. Fotógrafo: Cristóbal Portillo Robles. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5432.

El Plan de Estabilización

Retrato de Joan Sardà i Dexeus, director del Servicio de Estudios entre 1956 y 1965 y uno de los artífices del Plan de Estabilización de 1959. Ca. 1956-1965. Fotógrafo: desconocido. Medio tono.
Plan de Estabilización de 1959. Reuniones previas celebradas en Madrid. De izquierda a derecha, Alberto Ullastres, ministro de Comercio, y Hans-Carl von Mangoldt, presidente del Comité Director del Acuerdo Monetario Europeo. 1959. Fotógrafo: desconocido. Medio tono.
Plan de Estabilización de 1959. Reuniones previas celebradas en Madrid. De izquierda a derecha, Gabriel Ferras, jefe de la Dirección Europea del Fondo Monetario Internacional, y Mariano Navarro Rubio, ministro de Hacienda. 1959. Fotógrafo: desconocido. Medio tono.
Plan de Estabilización de 1959. Reuniones previas celebradas en Madrid. De izquierda a derecha, Per Jacobsson, director del Fondo Monetario Internacional, y Hans-Carl von Mangoldt, presidente del Comité Director del Acuerdo Monetario Europeo. 1959. Fotógrafo: desconocido. Medio tono.
Visita al Banco de España de Valéry Giscard d’Estaing, ministro de Hacienda francés, acompañado por Mariano Navarro Rubio, ministro de Hacienda español. En la fotografía, a la derecha, Joaquín Benjumea Burín, gobernador del Banco de España, y Francisco Jiménez Torres, subgobernador 3.º. 1963. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina.
Comida homenaje ofrecida a Gabriel Ferras, director de la División Europea del Fondo Monetario Internacional, en agradecimiento a su colaboración en el Plan de Estabilización de 1959. De izquierda a derecha, Gabriel Ferras, Gonzalo Lacalle Leloup, gobernador del Banco de España en funciones, y Francisco Cárdenas y de la Torre, consejero. 1964. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5481.
Visita al Banco de España del príncipe don Juan Carlos. De izquierda a derecha, Gonzalo Lacalle Leloup, subgobernador 1.º, Antonio Rodríguez y Morales de Setién, director general, el príncipe don Juan Carlos, Mariano Navarro Rubio, ministro de Hacienda, y José Salgado Torres, subgobernador 2.º. 1963. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina.
Visita del príncipe don Juan Carlos a la Cámara del Oro del Banco de España. 1963. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina.
El príncipe don Juan Carlos en la Cámara del Oro del Banco de España. 1963. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina.
Visita al Banco de España de Guido Carli, gobernador del Banco de Italia, que aparece en la fotografía conversando con el gobernador Mariano Navarro Rubio. Ca. 1967. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina.
Primeras sesiones de trabajo de la XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Aumente Menéndez. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4679.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Acto de apertura en el que el gobernador, Mariano Navarro Rubio, entrega varios regalos a George Champion, presidente de la Conferencia y del Chase Manhattan Bank. 24 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Aumente Menéndez. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4681.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Audiencia concedida por el jefe del Estado, Francisco Franco, en el palacio de El Pardo a un grupo de comisionados de la Conferencia. El gobernador, Mariano Navarro Rubio, con el ministro de Hacienda, Juan José Espinosa. 25 de mayo de 1966. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4667.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Audiencia concedida por el jefe del Estado, Francisco Franco, a un grupo de comisionados de la Conferencia en el palacio de El Pardo. Franco saluda a George Champion, presidente de la Conferencia, ante el embajador de Estados Unidos, Angier Biddle Duke (segundo por la izquierda), y Juan José Espinosa, ministro de Hacienda español. 25 de mayo de 1966. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4664.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Cena de gala ofrecida a los participantes por Juan José Espinosa, ministro de Hacienda, en Madrid. Invitados con típico barquillero madrileño. Fotógrafo: Manuel Aumente Menéndez. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4702.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Cena de gala ofrecida a los participantes por Juan José Espinosa, ministro de Hacienda, en Madrid. A la derecha de la fotografía, en segunda posición, se reconoce a Joan Sardà i Dexeus, exdirector del Servicio de Estudios del Banco de España y uno de los artífices del Plan de Estabilización de 1959. Fotógrafo: Manuel Aumente Menéndez. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4700.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Llegada al aeródromo de Armilla (Granada) de Henry Hammill Fowler, secretario del Tesoro de Estados Unidos (en el centro de la fotografía). Le recibe Angier Biddle Duke, embajador de Estados Unidos en España (a su izquierda). 26 de mayo de 1966. Fotógrafo: Ferrer. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5641.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Llegada al aeródromo de Armilla (Granada) de la esposa de Angier Biddle Duke, la periodista, activista y diplomática, Robin Chandler Duke. 26 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Torres Molina. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5599.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Sesiones de trabajo de la Conferencia en el palacio de Carlos V de Granada. 26 y 27 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Torres Molina. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5590.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Sesiones de trabajo en el palacio de Carlos V de Granada. Presiden las sesiones George Champion y Pierre-Paul Schweitzer, director general del Fondo Monetario Internacional. Asisten a las reuniones, entre otros, Archie Kimbrough Davis, presidente de la American Bankers Association; Henry Hammill Fowler, secretario del Tesoro de Estados Unidos; J. Dewey Daane, miembro del Consejo de Gobernadores de la Reserva Federal de Estados Unidos, y Mariano Navarro Rubio, gobernador del Banco de España. 26 y 27 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Torres Molina. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4728.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Sesiones de trabajo en el palacio de Carlos V de Granada. 26 y 27 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Torres Molina. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4721.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Acto de clausura en los jardines del Generalife. Discurso de George Champion; sentado, Henry Hammill Fowler. 27 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Torres Molina. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4709.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Acto de clausura y banquete ofrecido a los participantes en los jardines del Generalife. De izquierda a derecha, Harold Francis Linder, presidente del Banco de Exportación e Importación de Estados Unidos, y George Rowland Stanley Baring, gobernador del Banco de Inglaterra. 27 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Torres Molina. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4714.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Fiesta campera ofrecida por la banca española en la finca Castillo de Higares, en Mocejón (Toledo). Francisco Jiménez Torres, subgobernador 3.º. 23 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Aumente Menéndez. Positivo. Plata en gelatina.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada en España entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Fiesta campera ofrecida por la banca española en la finca Castillo de Higares, en Mocejón (Toledo). James Dewey Daane, miembro del Consejo de Gobernadores de la Reserva Federal de Estados Unidos, toreando una vaquilla en presencia del torero Luis Miguel Dominguín. 23 de mayo de 1966. Fotógrafo: Manuel Aumente Menéndez. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5486.
XIII Conferencia Monetaria de la American Bankers Association, celebrada entre el 23 y el 27 de mayo de 1966. Visita cultural en Mocejón (Toledo). Fotógrafo: Manuel Aumente Menéndez. Positivo. Plata en gelatina.

El crecimiento de los sesenta

Firma del convenio de pagos entre España y México a cargo de José María González Vallés, subgobernador 3.º y director general del Instituto Español de Moneda Extranjera, y de Antonio Armendáriz Cárdenas, director general del Banco Nacional de Comercio Exterior de México. 18 de mayo de 1970. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4757.
Toma de posesión de Luis Coronel de Palma como gobernador del Banco de España. A su izquierda, Alberto Monreal Luque, ministro de Hacienda, y Mariano Navarro Rubio, gobernador saliente. 28 de julio de 1970. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5730.
Visita al Banco de España de Arthur F. Burns, presidente de la Reserva Federal, que aparece en el centro de la fotografía. A su derecha, Luis Coronel de Palma, gobernador del Banco de España. 26 de septiembre de 1970. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5812.
Visita oficial al Banco de España de Karl Klasen, gobernador del Deutsche Bundesbank, invitado por el gobernador Luis Coronel de Palma. De izquierda a derecha, Alberto Monreal Luque, ministro de Hacienda, Karl Klasen y Luis Coronel de Palma. 26 de octubre de 1970. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Copia cromógena. N.º inv. 4786.
Visita oficial al Banco de España de Karl Klasen, gobernador del Deutsche Bundesbank, invitado por Luis Coronel de Palma, gobernador del Banco de España. Bajando la escalera principal, en primer plano, Hermann Meyer-Lindenberg, embajador de la República Federal de Alemania en Madrid, y José María González Vallés, subgobernador 3.º del Banco de España. 26 de octubre de 1970. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Copia cromógena. N.º inv. 4773.
Reunión del ministro de Hacienda y del gobernador del Banco de España con la mesa de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona en la casa Lonja del Mar. Llegada de Alberto Monreal Luque, ministro de Hacienda. 23 de marzo de 1971. Fotógrafo: Carlos Pérez de Rozas. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4867.
Reunión del ministro de Hacienda y del gobernador del Banco de España con la mesa de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona en la casa Lonja del Mar. Asisten, entre otros, Alberto Monreal Luque, ministro de Hacienda; Luis Coronel de Palma, gobernador del Banco de España; Francisco Fernández Ordóñez, director general del Ministerio de Hacienda; Andrés Ribera Rovira, presidente de la Cámara; Antonio Suqué Puig, presidente de la Junta de Obras del Puerto de Barcelona, y Carlos de Godó y Valls, procurador en Cortes. 23 de marzo de 1971. Fotógrafo: Carlos Pérez de Rozas. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5838
Visita oficial al Banco de España de Robert Strange McNamara, presidente del Banco Mundial, que aparece en el centro de la fotografía. A su derecha, Luis Coronel de Palma, gobernador del Banco de España; a su izquierda, Agustín Alcocer Moreno, jefe general exterior, y José Ramón Herrero Fontana, subgobernador 1.º. 30 de abril de 1971. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 5794.
Visita oficial al Banco de España de Abdol Ali Jahanshahi, gobernador del Banco Central de Irán, que aparece a la derecha de la fotografía. 5 de abril de 1972. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina.
Firma del acuerdo de concesión de un crédito del Banco de España al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). A la derecha, Luis Coronel de Palma, gobernador, y José Ramón Herrero Fontana, subgobernador 1.º. A la izquierda, en posición centrada, Antonio Ortiz Mena, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. 12 de marzo de 1973. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 4948.
Reunión del Consejo General del Banco de España en la sucursal de Valencia. En el centro de la fotografía, Luis Coronel de Palma, gobernador; a su derecha, José María Latorre Segura, subgobernador 1.º; a su izquierda, Nemesio Fernández Cuesta, subgobernador 2.º. Se reconoce, entre otros, a los consejeros Alfonso Escámez, Julio Dánvila y Enrique Fuentes Quintana, al director general Juan Caldés Lizana y a Mariano Sebastián Herrador, secretario general. 16 de noviembre de 1973. Fotógrafo: Luis Vidal. Plata en gelatina. N.º inv. 4989.
Cena ofrecida por el Banco de España a Kurt Waldheim, secretario general de las Naciones Unidas (derecha de la fotografía). A su lado, Luis Coronel de Palma, gobernador del Banco de España. 1975. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Copia cromógena.
Firma de acuerdo de un crédito de 1.000 millones de dólares concedido por un consorcio de bancos españoles y extranjeros al Estado español. 9 de agosto de 1976. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Copia cromógena.

La llegada de la democracia

Reunión del Consejo de Gobierno del Banco de España. A la derecha, entre otros, Alfonso Escámez, consejero; José M.ª Latorre, subgobernador 1.º; José M.ª López de Letona, gobernador, y los consejeros José Valenzuela Soler, Enrique Fuentes Quintana y Miguel Primo de Rivera. A la izquierda, entre otros, Luis Ángel Rojo, Ángel Madroñero y Antonio Sánchez-Pedreño, directores generales. 1977. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Copia cromógena. N.º inv. 5036.
Inauguración de la Exposición Numismática del Banco de México en la sede del Banco de España, en Madrid. En el centro de la fotografía, la reina doña Sofía, que aparece acompañada, entre otros, por José M.ª López de Letona, gobernador del Banco de España, Enrique Fuentes Quintana, vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos, y Gustavo Romero, director general del Banco de México. 1978. Fotógrafo: Europa Press. Positivo. Plata en gelatina.
Acto de jura de José Ramón Álvarez Rendueles y Mariano Rubio como gobernador y subgobernador del Banco de España, respectivamente (en primer plano, a la derecha), tras la entrada en vigor de la Ley de Órganos Rectores. A la izquierda de la fotografía, el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. En segunda fila, entre otros, Jaime García Añoveros, ministro de Hacienda; Fernando Abril Martorell, vicepresidente segundo del Gobierno para Asuntos Económicos; y José Luis Leal Maldonado, ministro de Economía. 31 de julio de 1980. © Europa Press. Positivo. Plata en gelatina.
Visita del Consejo Ejecutivo del Banco de España al presidente de Gobierno en el palacio de La Moncloa. De izquierda a derecha, Antonio Sánchez-Pedreño, Ángel Madroñero y Juan Caldés Lizana, directores generales; Gonzalo Anes, Manuel Varela Parache y Enrique Fuentes Quintana, consejeros; Mariano Rubio, subgobernador; José Ramón Álvarez Rendueles, gobernador; Leopoldo Calvo-Sotelo, presidente del Gobierno, y Juan Antonio García Díez, vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos. 21 de julio de 1982. Fotógrafo: Lumifot. Positivo. Copia cromógena.
Visita de los reyes al Banco de España con motivo del bicentenario de la institución. En primer término, el gobernador José Ramón Álvarez Rendueles. Detrás de él, los reyes don Juan Carlos y doña Sofía. 2 de junio de 1982. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Positivo. Copia cromógena.
El gobernador del Banco de España, José Ramón Álvarez Rendueles, presentando a la prensa el nuevo billete de 2.000 pesetas de la emisión de 22 de julio de 1980. Sucursal de Sevilla, 29 de noviembre de 1983. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Plata en gelatina. N.º inv. 2502.
Toma de posesión de Mariano Rubio como gobernador del Banco de España. De izquierda a derecha, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, secretario de Estado de Economía, Hacienda y Comercio; Carlos Solchaga, ministro de Industria y Energía; Miguel Boyer, ministro de Economía, Hacienda y Comercio; Felipe González, presidente del Gobierno; Mariano Rubio, gobernador del Banco de España, y José Ramón Álvarez Rendueles, gobernador saliente. 24 de julio de 1984. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Copia cromógena. N.º inv. 5041.
Entrega del Premio de Economía Rey de España a Luis Ángel Rojo Duque. 1986. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Positivo. Copia cromógena.
Público asistente a la entrega del premio de Economía Rey de España a Luis Ángel Rojo Duque. 1986. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Positivo. Copia cromógena.
Reunión del Consejo General del Banco de España. De izquierda a derecha, sentados: Aristóbulo de Juan de Frutos, Luis Ángel Rojo, directores generales; Rafael de la Cruz Corcoll, director general de Presupuestos; Juan Antonio Ruiz de Alda, subgobernador; Mariano Rubio, gobernador; Enrique Fuentes Quintana, Tomás Ramón Fernández Rodríguez y Manuel Olivencia, consejeros. De pie: Enrique Giménez-Arnau, secretario general; Luis Ibáñez, representante de Personal; José Luis Sureda, Gonzalo Anes, consejeros; Raimundo Ortega, director general; José María García Alonso, director general del Tesoro y Política Financiera; Carlos Bustelo, consejero; Ángel Madroñero y Antonio Sánchez-Pedreño, directores generales. 17 de junio de 1986. Positivo. Plata en gelatina. Fotógrafo: desconocido.
Acto de homenaje a Joan Sardà i Dexeus, exdirector del Servicio de Estudios y exconsejero del Banco de España, en la sucursal de Barcelona. A la izquierda, Juan Antonio Ruiz de Alda, subgobernador; a la derecha, Mariano Rubio, gobernador. 29 de junio de 1987. Fotógrafo: Carlos Pérez de Rozas. Positivo. Copia cromógena.
XXV Reunión de gobernadores de América Latina, España y Filipinas ante el Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo y XLVII Reunión de gobernadores de bancos centrales latinoamericanos y de España. Aspecto del patio de Operaciones del Banco de España convertido en comedor. 19 y 21 de septiembre de 1988. Fotógrafo: Miguel Povedano. Positivo. Copia cromógena.
XXV Reunión de gobernadores de América Latina, España y Filipinas ante el Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo y XLVII Reunión de gobernadores de bancos centrales latinoamericanos y de España. Mesa presidencial, con Felipe González, presidente del Gobierno; Carlos Solchaga, ministro de Economía y Hacienda, y Mariano Rubio, gobernador del Banco de España. 19 y 21 de septiembre de 1988. Fotógrafo: Miguel Povedano. Positivo. Plata en gelatina.
Los reyes don Juan Carlos y doña Sofía con la pintora Carmen Laffón, autora de sus retratos pertenecientes a la Colección del Banco de España. 1988. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Positivo. Copia cromógena.
Visita del príncipe don Felipe al Banco de España. En la fotografía, acompañado por Mariano Rubio, gobernador, y Luis Ángel Rojo, subgobernador. 3 de marzo de 1989. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Positivo. Copia cromógena.
Reunión del Consejo General del Banco de España. Sentados, de izquierda a derecha, Alfredo Pastor y José Luis Sureda, consejeros; Miguel Martín, subgobernador; Luis Ángel Rojo, gobernador; Julio Segura, Luis Díez-Picazo y Tomás Ramón Fernández Rodríguez, consejeros. De pie, Enrique Giménez-Arnau, secretario general; José Luis Malo de Molina, Ángel Madroñero, Luis Linde y Gonzalo Gil, directores generales; y Jesús Cao, representante de Personal. 27 de octubre de 1992. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Copia cromógena. N.º inv. 2322.
Audiencia del rey don Juan Carlos al Consejo de Gobierno del Banco de España en el palacio de la Zarzuela. De izquierda a derecha, Manuel Conthe, Julio Segura, Aníbal Sánchez, Joaquín Muns y Eugenio Domingo Solans, consejeros; Luis Ángel Rojo, gobernador; el rey don Juan Carlos; Miguel Martín, subgobernador; Jesús Leguina, Vicente Salas y José Manuel González-Páramo, consejeros, y Enrique Giménez-Arnau, secretario general. 19 de diciembre de 1994. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Positivo. Copia cromógena.
Entrega del Premio de Economía Rey de España a Enrique Fuentes Quintana. 1998. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Positivo. Copia cromógena.

La entrada en el euro

Reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). De pie, sexto por la izquierda, Wim Duisenberg, presidente del BCE; sentado, cuarto por la izquierda, Luis Ángel Rojo, gobernador del Banco de España. 1999. Fotógrafo: desconocido. Positivo. Copia cromógena.
Reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo celebrada en Madrid (primera realizada fuera de Fráncfort). José María Aznar, presidente del Gobierno, saludando a Luis Ángel Rojo, gobernador del Banco de España. 29 de marzo de 2000. Fotógrafo: Miguel Povedano. Positivo. Copia cromógena.
Reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo celebrada en Madrid (primera realizada fuera de Fráncfort). Vista general. 30 de marzo de 2000. Fotógrafo: Miguel Povedano. Positivo. Copia cromógena.
Reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo celebrada en Madrid (primera realizada fuera de Fráncfort). Luis Ángel Rojo, gobernador del Banco de España, y Jean-Claude Trichet, gobernador del Banco de Francia. 30 de marzo de 2000. Fotógrafo: Miguel Povedano. Positivo. Copia cromógena.
Jura de Jaime Caruana como gobernador del Banco de España. Palacio de la Zarzuela. 2000. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Copia cromógena.
Reunión de la Comisión Ejecutiva del Banco de España con asistencia del príncipe don Felipe. A su derecha, Jaime Caruana, gobernador, y a su izquierda, Gonzalo Gil, subgobernador. 2001. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Copia cromógena.
Campaña informativa de la introducción del euro en España. Lona cubriendo el edificio del antiguo Banco Pastor en la calle de Alcalá. 4 de abril de 2001. Fotógrafo: desconocido. Imagen digital. N.º inv. 5361.
Acto de inauguración en el Banco de España de la exposición «El camino hacia el euro», con asistencia de los reyes don Juan Carlos y doña Sofía. 18 de octubre de 2001. Fotógrafo: Antonio García Dalda. Imagen digital.
Entrega del Premio de Economía Rey de España a Juan Velarde Fuertes. De izquierda a derecha, José Celma Prieto, presidente de la Fundación que lleva su nombre; Juan Velarde; el rey don Juan Carlos; Rodrigo Rato, ministro de Economía, y Jaime Caruana, gobernador del Banco de España. 2002. Fotógrafo: Agencia EFE. Imagen digital. N.º inv. 4662.
Los miembros del Consejo de Gobierno del Banco de España. De izquierda a derecha, fila de abajo: Juan Muñoz García, Joaquín Muns y José Manuel González-Páramo, consejeros; Gonzalo Gil, subgobernador; Jaime Caruana, gobernador; Julio Segura, consejero; Gloria Hernández García, directora general del Tesoro y Política Financiera; Jaime Requeijo y Eduardo Bueno, consejeros; y Juan Jesús Roldán, vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Fila de arriba: José Antonio Alepuz, secretario general; José María Roldán, Pedro Pablo Villasante, José Luis Malo de Molina, José Viñals y Javier Aríztegui, directores generales. 2003. Fotógrafo: desconocido. Copia cromógena. N.º inv. 4423.
Conferencia «Dollars, Debt and Deficits: 60 years after Bretton Woods», organizada por el Banco de España y el Fondo Monetario Internacional. 14 y 15 de junio de 2004. Fotógrafo: Miguel Povedano. Imagen digital.
Los gobernadores de los bancos centrales de la zona del euro durante la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo celebrada en Madrid en 2006. Fotógrafo: desconocido. Imagen digital. N.º inv. 2262.
Clausura de la conferencia «Los bancos centrales en el siglo XXI» celebrada en el Banco de España. De izquierda a derecha, Jaime Caruana, gobernador del Banco de España; José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, y Pedro Solbes, ministro de Economía y Hacienda. 2006. Fotógrafo: Miguel Povedano. Imagen digital.
Inauguración de la última ampliación del edificio del Banco de España en la confluencia de las calles de Alcalá y Marqués de Cubas. El arquitecto Rafael Moneo mostrando a los reyes la maqueta del edificio. 2006. Fotógrafo: Borja Fotógrafos. Imagen digital.
Los reyes de España con Miguel Ángel Fernández Ordóñez en el palacio de la Zarzuela tras la jura de este como gobernador del Banco de España. Les acompañan José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, Pedro Solbes, ministro de Economía y Hacienda, y Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia. 2006. Fotógrafo: Borja Fotógrafos. Imagen digital.
Entrega del Premio de Economía Rey de España a Gonzalo Anes Álvarez de Castrillón. De izquierda a derecha, Pedro Solbes, ministro de Economía y Hacienda; Gonzalo Anes; el rey don Juan Carlos; Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, y José Celma Prieto, presidente de la Fundación que lleva su nombre. 2006. Fotógrafo: Borja Fotógrafos. Imagen digital.

De la Gran Recesión a la actualidad

Gonzalo Gil, exsubgobernador del Banco de España, en la inauguración de la exposición «Diez años del euro en España». 2009. Fotógrafo: desconocido. Imagen digital.
Los miembros del Consejo de Gobierno del Banco de España. De izquierda a derecha, fila de abajo: Ana Sánchez y Guillem López i Casasnovas, consejeros; Fernando Restoy, vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores; Vicente Salas, consejero; Javier Aríztegui, subgobernador; Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador; Ángel Luis López Roa, consejero; Soledad Núñez, directora general del Tesoro y Política Financiera; y José María Marín y Carmen Alonso, consejeros. Fila de arriba: Jerónimo Martínez Tello, Pilar Trueba, José María Roldán y José Luis Malo de Molina, directores generales; José Antonio Alepuz, secretario general; Javier Alonso, director general; y María Luisa Teijeiro, representante de Personal. 2011. Fotógrafo: desconocido. Imagen digital. N.º inv. 7281.
Reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo celebrada en la sede del Banco de España en Barcelona. Mayo de 2012. Fotógrafo: Rubén Moreno. Imagen digital.
Los reyes de España con Luis Linde en el palacio de la Zarzuela tras su jura como gobernador del Banco de España. Les acompañan Mariano Rajoy, presidente del Gobierno; Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, y Alberto Ruíz Gallardón, ministro de Justicia. 2012. Fotógrafo: Borja Fotógrafos. Imagen digital.
Reunión del príncipe de Asturias con el Consejo de Gobierno del Banco de España. A su derecha, el gobernador Luis Linde, y a su izquierda, el subgobernador Fernando Restoy. 2013. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Los miembros del Consejo de Gobierno del Banco de España. De izquierda a derecha, fila inferior: Rafael Castejón y Carmen Alonso, consejeros; Rosa María Sánchez-Yebra, secretaria general del Tesoro y Política Financiera; Vicente Salas, consejero; Fernando Restoy, subgobernador; Luis Linde, gobernador; Ángel Luis López Roa, consejero; Lourdes Centeno, vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores; Guillem López i Casasnovas, y Maximino Carpio, consejeros. Fila superior: Mariano Serrano, representante de Personal; Mariano Herrera, Manuel Labrado y Javier Alonso, directores generales; Javier Priego, secretario general; Pablo Hernández de Cos y Julio Durán, directores generales. 18 de diciembre de 2015. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Reunión de la Dirección General de Supervisión del Banco de España con Danièle Nouy, presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo. 2017. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
El gobernador del Banco de España, Luis Linde, en el Día de la Educación Financiera. 2 de octubre de 2017. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Final nacional del concurso escolar Generación €uro 2017-2018. Ganador: equipo del Instituto de Enseñanza Secundaria Camilo José Cela, de Pozuelo de Alarcón (Madrid). 2018. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Reunión del Consejo de Gobierno del Banco de España en la sucursal de Sevilla. De izquierda a derecha, Jesús Saurina, director general; Mariano Serrano, representante de Personal; Pablo Hernández de Cos y Concepción Jiménez, directores generales; Fernando Navarrete, secretario general del Tesoro y Política Financera; Rafael Castejón, Carmen Alonso y Vicente Salas, consejeros; Luis Linde, gobernador; Javier Alonso, subgobernador; Fernando Eguidazu, Núria Mas y Maximino Carpio, consejeros; Julio Durán y Juan Ayuso, directores generales; Javier Priego, secretario general; y Manuel Labrado, director general. 22 de mayo de 2018. Fotógrafo: desconocido. Imagen digital.
Pablo Hernández de Cos, tras su promesa como gobernador en el palacio de la Zarzuela junto al rey de España, don Felipe VI, y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Les acompañan la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño (derecha de la fotografía) y la ministra de Justicia, Dolores Delgado (izquierda de la fotografía). 11 de junio de 2018. Imagen digital. © Casa de S.M. el Rey.
Discurso del gobernador saliente, Luis Linde, en el Banco de España, en presencia del nuevo gobernador, Pablo Hernández de Cos, y de Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresa. 26 de junio de 2018. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Consejo de Gobierno del Banco de España. De izquierda a derecha, abajo: Núria Mas, consejera; Ana María Martínez-Pina, vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores; Soledad Núñez, consejera; Margarita Delgado, subgobernadora; Pablo Hernández de Cos, gobernador; Fernando Eguidazu, consejero; Carlos San Basilio, secretario general del Tesoro y Financiación Internacional; Carmen Alonso y Paz Andrés, consejeras. Arriba: Mariano Serrano, representante de Personal; Mercedes Olano, Jesús Saurina y Juan Ayuso, directores generales; Javier Priego, secretario general; Concepción Jiménez, Óscar Arce y Alejandro Álvarez, directores generales. Diciembre de 2019. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, en el «toque de campana por la igualdad de género», celebrado en la Bolsa de Madrid. 4 de marzo de 2020. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Día Internacional de la Mujer en el Banco de España. 2020. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Aspecto del patio de Operaciones del Banco de España, en Madrid, el 30 de junio de 2021, último día del plazo de canje de pesetas por euros, que se inició el 1 de enero de 2002. Fotógrafo: Banco de España. Imagen digital.
Inauguración de la exposición «2328 reales de vellón. Goya y los orígenes de la Colección Banco de España». El rey don Felipe VI, Pilar Alegría y Pablo Hernández de Cos, frente al retrato del conde de Floridablanca, perteneciente a la Colección Banco de España. 13 de octubre de 2021. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Visita de la reina doña Letizia al Banco de España para asistir a la reunión del patronato de la Fundación FAD Juventud. A la izquierda de la fotografía el gobernador del Banco de España. 22 de junio de 2022. Fotógrafo: Vita & Olga. Imagen digital.
Visita del rey don Felipe VI al Banco Central Europeo (BCE). Saludo a Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, en presencia de Christine Lagarde, presidenta del BCE; Frank Elderson, Isabel Schnabel y Fabio Panneta, miembros del Comité Ejecutivo del BCE. 19 de octubre de 2022. Fotógrafo: Juanjo Martín (Agencia EFE). Imagen digital.
Entrega del Premio de Economía Rey de España a Agustín Carstens Carstens. A su derecha, el rey don Felipe VI, y a su izquierda, Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. 6 de marzo de 2023. Fotógrafo: Daniel Santamaría. Imagen digital.
Diálogo entre Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, y Jerome H. Powell, presidente de la Reserva Federal, en la IV Conferencia sobre Estabilidad Financiera organizada por CEMFI y Banco de España, en Madrid. Modera el encuentro Cornelia Holthausen, directora general de Política Macroprudencial y Estabilidad Financiera del Banco Central Europeo. 29 de junio de 2023. Fotógrafo: Juan Carlos Quindós. Imagen digital.
Consejo de Gobierno del Banco de España. De izquierda a derecha, abajo: Luis Servén, consejero; Montserrat Martínez, vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores; Fernando Fernández, consejero; Margarita Delgado, subgobernadora; Pablo Hernández de Cos, gobernador; Soledad Núñez, consejera; Carlos Cuerpo, secretario general del Tesoro y Financiación Internacional; Carles Manera y Judith Arnal, consejeros. Arriba: Mariano Serrano, representante de Personal; Ángel Gavilán, Alejandro Álvarez y Juan Ayuso, directores generales; Javier Priego, secretario general; Mercedes Olano, Ángel Estrada y Alberto Ríos, directores generales. 23 de octubre de 2023. Fotógrafo: Vita & Olga. Imagen digital.